19/03/2011 18:59, udlaspalmas.es
Las Palmas de GC, 20 de marzo de 2011 | Deportes | ASSOPRESS.
Un perspicaz disparo de Edixon Perea, una de las principales sorpresas en la alineación amarilla en el Carlos Belmonte, desde el centro del campo y cuando siquiera se había llegado al medio minuto de partido, evidenció las intenciones amarillas en tierras manchegas: una Unión Deportiva atrevida, equilibrada, y con ganas de hincar el diente a un rival en situación desesperada.
Abandonando la sensación de fragilidad demostrada en anteriores actuaciones foráneas, el conjunto grancanario se apoderó del esférico, y salvo un mínimo arreón local en los primeros minutos tras aquella ocasión del colombiano, controló todo el primer tiempo. El Albacete de David Vidal reflejó, durante esos primeros cuarenta y cinco minutos, el por qué de su escaso bagaje ofensivo, unido al nerviosismo propio de una situación clasificatoria asfixiante.
A la UD Las Palmas, durante gran parte del período, simplemente le faltaba encontrar la conexión a partir de los tres cuartos. El juego directo y la velocidad por las bandas adolecían de precisión, único impedimento para crear peligro de ataque real. Espoleados por la inoperancia local, las líneas amarillas fueron avanzando conforme iba andando el cronómetro, para llegar muy entonadas al epílogo de la primera mitad.
Y así fue que, como si de una réplica al partido del Valladolid se tratara, Pedro Vega se apoderó de un balón en el costado izquierda cuando el partido fenecía. Esta vez sin regate, probó fortuna con uno de sus centros de escuadra y cartabón. Aunque encontró el impedimento de una pierna rival, el balón llegó para Sergio, quien intentó un remate fallido, con tanta fortuna que el esférico marchó para el cuerpo de Baró y, acto seguido, trazó un angustioso camino hasta el fondo de la red manchega.
Andaba descolocado el Albacete tras el gol, maldiciendo su desgracia, cuando pudo machacar Unión Deportiva. Perea dispuso de una nueva ocasión para marcar, al recibir entre dos defensas al borde del área, pero el necesario puntapié por la falta de tiempo para precisar un mejor remate, encontró en su camino a Navas. Armiche también pudo marcar en otro contragolpe, con el tiempo ya cumplido, pero el disparo volvió a ser desviado por la zaga.
El Albacete volvió de vestuarios a quemar sus últimas balas. El conjunto manchego salió animado, con una actividad ofensiva mayor, que arrinconó al equipo amarillo. De hecho, aunque tardó en llegar, el equipo local tuvo su primera ocasión de peligro. Toni, que había entrado minutos antes de David Vidal, sorteó la entrada de Pignol con una leve vaselina, pero su remate lo capturó sin aparente complicación un Barbosa, tan seguro como inédito hasta ese momento. Armiche, minutos antes, pudo marcar el segundo tras una jugada trenzada, que lanzó fuera.
La UD Las Palmas tuvo el segundo al contragolpe. Juan Manuel había dado opción a Quiroga de volver a ser el revulsivo, en lugar de Armiche. Y el argentino la tuvo, pero intentó asegurar con un misil que se marchó demasiado potente. El punta amarillo supo recibir de espaldas, controlar y darse la vuelta. Pero el corpulento atacante excedió en potencia el remate.
Los amarillos tuvieron al contragolpe varias oportunidades para sentenciar el encuentro, pero faltó ese tanto tranquilizador que hubiera sido definitivo, ya que el Albacete luchaba a la desesperada. Hubo nervios hasta el último segundo ya que, segundos antes de que Pérez Montero señalara el final del partido, Calle cabeceó sobre el marco amarillo un centro de Sousa.
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