SALT (Girona), 11 de marzo de 2011 | Cartas al Director | Jesús Martínez Madrid
Resuena aún el eco de los recientes mensajes de Benedicto XVI a la juventud, etapa que se caracteriza por la apertura a la Verdad, la búsqueda de la felicidad plena y la facilidad de crear lazos de amistad perdurables. Los obispos españoles recuerdan que Juan Pablo II situó a la juventud en el centro de su ministerio y se la ganó sin adulación, con la sincera propuesta de las exigencias del seguimiento de Cristo.
Los obispos españoles, al invitar a las nuevas generaciones a participar activamente en la JMJ de Madrid 2011, subrayan que ellos son el rostro joven de una Iglesia viva, edificada a partir del encuentro con Cristo, el bien más precioso que tenemos para entregar generosamente a los demás. Al manifestar la alegría de vivir en la Iglesia, estos jóvenes serán privilegiados testigos de la verdadera vida, para un mundo que la busca ansiosamente.
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