viernes, 13 de mayo de 2011

Exitosa presentación de ‘Soñé que estaba despierto’, de Juan Ferrer

• Tomás Martín, Magistrado del Juzgado de Instrucción Número 3 de Las Palmas de Gran Canaria: “La lectura nos revela valores o principios que descubrimos teníamos olvidados o amargamente ignorados a lo largo del tiempo”.


• Juan Ferrer: “Estar dormido es pensar que algún día seré feliz: cuado acabe la carrera, cuando encuentre trabajo, cuando mi jefe escuche, etc. Despertar es darse cuenta de que uno tiene muchas cosas para ser feliz”.

Las Palmas de Gran Canaria, 13 de mayo de 2011 |Cultura - Libros | Gabinete de Prensa.

La presentación del libro ‘Soñé que estaba despierto”, del coach de directivos y especialista en Formación y en la Gestión del Cambio, Juan Ferrer, consiguió un rotundo éxito. Más de 150 personas se dieron cita en la Terraza Tao Garden de Las Palmas de Gran Canaria el pasado jueves 12 de mayo para asistir a la puesta de largo de la segunda obra de Ferrer.

El director general de Brokerman, Miguel Ángel Marrero, fue el encargado de presentar al autor del que destacó interesantes aspectos de su currículum antes de dar paso al análisis de la obra de la mano del Magistrado del Juzgado de Instrucción Número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, Tomás Martín Rodríguez.

Martín Rodríguez explicó que, en el camino, “la lectura nos revela valores o principios que descubrimos teníamos olvidados o amargamente ignorados a lo largo del tiempo”. “Y aquí aparece el escritor como creador de conciencia. Nos trae, en su compañía, en un lenguaje casi perpetuo, pecados permanentes como la ambición, el egoísmo y la ignorancia de nosotros mismos frente a la solidaridad que exige vivir para poder convivir en paz. Nos hace llegar a nuestro yo mismo, más íntimo, el individuo en su percepción más estrechamente individualista”.

Martín Rodríguez incluyó al autor entre todos los grandes escritores que “llamaron a la conciencia de sus contemporáneos movidos por la indignación”. “Desde los griegos más remotos hasta quien ahora se nos presenta con su obra frente a nuestra orfandad, todos esos maestros sin cuyos manuales de conducta no seríamos si quiera aprendices de la asignatura de la dignidad y que vivieron para que sus contemporáneos les oyeran decir a gritos que la vida es sagrada, que la injusticia es abominable, que la mentira es un afrenta, y que usar la palabra para dormir las conciencias o para olvidarnos de nosotros mismos es un delito que no tiene perdón”.

“Ahora es el momento”

Narró como al final de la obra, “como proclamaba Martin Luther King, llega un precioso amanecer tras una larga noche de cautiverio para recordarnos la necesidad del ahora: Que ahora es el momento”.

“Desde la soledad y la utopía, si me permiten honrar a Ernesto Sábato, el autor comenzó siendo un gran discípulo de la rectitud, la indignación y la misericordia y enseguida pasó a ser, con todos ellos, esa mirada de coraje y decencia que nos vigila, nos acompaña y nos muestra el camino del oficio de vivir”, expresó el magistrado. Para Tomás Martín, “hablar es un don que puede convertirse en una estafa, y escribir es un privilegio que también puede convertirse en una estafa”. Si embargo, “cuando terminas de leer el libro ya no puedes permitirte el consentirte, el transigirte, el ser cobarde o el rendirte”. En ese contexto cedió la palabra al autor parafraseando a Gabriel García Márquez, y refiriéndose a Ferrer como “miembro de la academia del saber y ciudadano de la inteligencia”.

Para ubicar la primera idea de este libro en el tiempo, Ferrer se remontó a su propia vida 21 años atrás. “Llevaba una vida de fiesta tras fiesta y me miré al espejo y no me gustó lo que vi. Me divertía mucho pero había un vacío tremendo. Un amigo canario, Manuel Sánchez Prada, me mandó a un monasterio en Santander. Estuve diez días y me di cuenta de que era un ser dormido: dormido en mi estupidez, en mi vanidad, en mi orgullo, en mi ignorancia, en mi soberbia… En muchas cosas que yo no era capaz de ver. Y ahí se fraguó el título libro”.

Ferrer explicó cómo aquellos que hablan de la felicidad interior, desde la libertad, la han descubierto al pasar por un gran golpe. “Es necesario pasar por un gran golpe, como un accidente, la muerte de un ser querido, para despertar a un montón de cosas”, aseveró.

“Estar dormido es pensar que algún día seré feliz… Cuando acabe la carrera, cuando encuentre trabajo, cuando mi jefe por fin me suba el sueldo. Despertar es darse cuenta de que uno tiene muchas cosas para ser feliz, mucho talento que tiene oculto o dormido que, por miedo, no acaba de salir”, argumentó.

Para explicar el contenido de la obra, Ferrer se refirió a los distintos capítulos que son vivencias, propias o ajenas. Se refirió, por ejemplo, a un capítulo que habla de la muerte, con una pregunta bastante incómoda. “¿Por quién lloras cuando alguien muere?, ¿por el muerto o por uno mismo? La tristeza es programación cultural, cuando nos sentimos mal es programación cultural, y cuando juzgamos a los demás y, lo que es peor, nos juzgamos a nosotros mismos es programación cultural. Eso es estar dormido en la droga que la sociedad nos mete. Hasta que la vida te da una bofetada”.

El egoísmo del perdón

Otro de los capítulos habla sobre el egoísmo del perdón, “sobre la necesidad de perdonar por egoísmo, porque si no perdonamos quienes sufrimos somos nosotros mismos, porque si no perdono a alguien quien sufro soy yo”.

Ferrer se centró también en la lucha. Usando como símil sus tiempos de jugador de baloncesto, cuando el disfrute “estaba en jugar y no en ganar”. “Y hay una lección muy bonita: aunque no vayas a ganar, da el máximo en el partido de la vida. Porque te puedes quedar en el banquillo echado la pulpa a los demás, pero estás perdiendo la posibilidad de vivir el partido, de poner en práctica el afán de lucha y de superar cualquier obstáculo”.

Por último, el autor habló del liderazgo, que no es lo mismo que dirigir personas. “Ser líder es gestionar el cambio, ya sea porque te venga o porque tu lo promuevas, y gestionar el cambio significa tener enemigos, simplemente porque quieres cambiar algo. Y vivimos en una sociedad acomodada en la que me quejo, pero estoy esperando a que otro me lo resuelva”. En ese contexto narró como los dos protagonistas de la obra visitan una empresa para “descubrir lo que no se ve”. “A veces detrás de un jefe duro y hostil, borde y dictatorial, hay alguien con miedo a no tener la razón, con complejo, que tiene que demostrar que lo sabe todo, y que es frágil, pero no lo vemos. A veces encontramos a gente con mucho talento, que no sabe venderse, y también nos encontramos con muchos fantasmas, gente que no vale pero sabe venderse”, narró Ferrer, quien se inspiró para ello en los seis estilos de Daniel Goleman.

Para concluir, Juan Ferrer se definió asimismo como un privilegiado. “Cuando uno se pone en el papel de coach tiene que borrar su memoria y empezar a escuchar la sabiduría que todo el mundo tiene, aprende de cómo esa persona va a despertar y va a descubrir lo que realmente vale, de la felicidad que va a encontrar. Y además es algo que me voy a llevar para poder ayudar a otros”, dijo agradecido ante el público asistente.

SIPNOSIS


Esta es la historia de un ser humano (Landon Dark), que cierto día acabó en la cama de un hospital debido a un accidente de tráfico. En su habitación se encontraría con un viejo (John Iron), el cual llevaba veinte años en coma. Nada se había movido en él durante ese tiempo. Sin embrago, John Iron se convertiría en el maestro de nuestro amigo, a través de las diferentes vivencias que ambos experimentaron. ¿Cómo pudo nuestro enfermo aprender y comunicarse con su ilustre maestro en coma? De ello trata esta historia….

EL AUTOR


Juan Ferrer Cárdenes, es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid.

Tras su experiencia como director financiero en varias empresas e instituciones, desde hace años ha volcado su conocimiento y formación al entrenamiento de directivos como coach ejecutivo.

Formado en la Harvard Kennedy School en el Desarrollo del Liderazgo, es de los pocos profesionales del coaching en España con el grado PCC (más de 750 sesiones individuales) de la I.C.F (International Coach Federation).

Sus especialidades son principalmente la Formación y el Desarrollo de Habilidades Directivas (cómo hablar en público, coaching para directivos, mejora en la gestión del tiempo, liderazgo, dirección de equipos, etc.) a través de Seminarios o en sesiones de Coaching Individual.

Además trabaja en la transformación de las organizaciones a través del Coaching de Equipos y es consultor acreditado de la Metodología Belbin para el desarrollo de equipos de alto rendimiento.

Ha publicado el libro “Descubriendo con mi coach” (Ediciones Díaz de Santos) y es colaborador habitual en diferentes medios de comunicación (prensa y radio) en temas relacionados con el coaching y el liderazgo.

También desempeña una actividad frecuente como “speaker” en Jornadas, Presentaciones, Congresos y Conferencias

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