*La psicoterapeuta y directora de la Escuela Canaria de Psicoterapia Gestalt y Desarrollo Armónico señala que “vivimos en una sociedad muy acelerada, que exige imagen y competencia para obtener éxito y aprobación”
San Bartolomé de Tirajana, a 27 de julio de 2011| Universidad de Verano | Gabinete de Prensa.
La psicoterapeuta y directora de la Escuela Canaria de Psicoterapia Gestalt y Desarrollo Armónico, Graciela Andaluz, señala que vivimos en una sociedad muy acelerada, que exige imagen y competencia para obtener éxito y aprobación, “por lo que el desequilibrio entre las necesidades sociales y las propias del individuo origina la enfermedad”.
Graciela Andaluz, que dirige en la Universidad de Verano de Maspalomas el taller Gestalt y movimiento armónico: relaciones interpersonales saludables, explica que las necesidades sociales son las relacionadas con el “personaje” que actuamos en el mundo laboral y social, y que las propias son las necesidades organísmicas, internas reales y personales de cada uno. “El equilibrio entre ambas necesidades se traduce en salud pero si éste no se logra origina la enfermedad: ansiedad, angustia, depresión, síntomas psicosomáticos…”.
Según la directora de la Escuela Canaria de Psicoterapia Gestalt y Desarrollo Armónico, la educación que hemos recibido ha puesto mayor énfasis en mejorar ese “personaje” para competir y ganar mejores lugares laborales, económicos, sociales; que en aprender a conocerse y darse cuenta o ser conscientes de las necesidades propias y como satisfacerlas sin autocrítica.
Expone como ejemplo de ello, que hay muchas personas que se sienten culpables cuando descansan “porque el descanso (pasivo) es una necesidad propia y han aprendido que ser activos es una necesidad social más importante”.
“Nuestra meta como terapeutas y formadores es incrementar el potencial humano a través del proceso de integración. Hacemos esto apoyando los intereses, deseos y necesidades genuinas del individuo”, manifiesta Graciela Andaluz.
Conflicto básico
La directora de la Escuela Canaria de Psicoterapia Gestalt y Desarrollo Armónico comenta que muchas de las necesidades personales se contraponen con las necesidades de la sociedad y que la competitividad, la necesidad de control, la exigencia de perfección y la inmadurez, son características de nuestra cultura actual. “De este trasfondo es que emerge la causa de nuestra conducta social neurótica”.
Matiza que para estar de acuerdo con los “deberías” exigidos por la sociedad, aprendemos a pasar por alto nuestros propios sentimientos, deseos y emociones. “Ocurre entonces que también nos separamos de nuestra naturaleza”.
Para Graciela Andaluz este conflicto básico entre las exigencias de la sociedad y nuestra naturaleza interna tiene como consecuencia un gasto de energía enorme y apunta que ordinariamente el individuo usa tan sólo de un 10 a un 25 por ciento de su potencial total, pero que la necesidad de cambio interior se hace evidente cuando está en crisis al ser más consciente de sí mismo a través del sufrimiento y “despierta” y busca caminos. “Es en estos momentos decisivos cuando muchas personas se dan la oportunidad de iniciar un camino de trabajo personal hacia el centro de sí mismo, con crecimiento y maduración de todos sus aspectos y hacia la autoactualización”, concluye Graciela Andaluz.
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