Málaga, 14 de diciembre de 2011 | Cartas al Director | Elena Baeza.
Con motivo de los 25 años de aniversario del club juvenil La Caleta, se celebró el pasado sábado día 10 una Eucaristía de acción de gracias, en la Basílica de la Victoria, presidida por Don Ramón Herrando, Vicario Regional del Opus Dei en España.
Y, es que los padres de los chicos que asisten a estos clubes, no son de los que se desentienden de su formación, sino, que desde hace años se vienen reuniendo grupo de familias que quieren ofrecer a la gente joven un complemento más a la educación que ya reciben en el colegio y en sus casas, motivados por las enseñanzas de san Josemaría Escrivá, predicador infatigable a la llamada universal a la santidad. Con la colaboración voluntaria de profesores, pedagogos, padres, etc. comienzan las actividades, que rápidamente va creciendo hasta llegar a constituirse en asociaciones legalmente reconocidas, con sus estatutos y a cuyo frente está una Junta Directiva, formada por los padres y el equipo de profesores y monitores de diferentes profesiones.
Así ocurre igualmente con todos los demás clubes juveniles que existen en todas las ciudades y países donde está presente la labor del Opus Dei
Los clubes se convierten para cantidad de jóvenes en una parte importante de sus vidas donde entre estudio, juegos y risas, aprenden a conocer y a querer a Dios, a luchar por ser mejores y a disfrutar de las cosas pequeñas que no dejan de ser extraordinarias. En época de vacaciones tienen convivencias, campamentos, viajes culturales y deportivos, campos de trabajo, etc. donde ayudan a niños, discapacitados, ancianos…, experiencias inolvidables de cómo se puede hacer que los demás lo pasen bien y disfruten, “al mismo tiempo que recibimos la satisfacción de hacer algo que realmente vale la pena. ¡Y, como no, también nos enseñan a jugar en equipo, a tratar de tener la habitación ordenada y, sobre todo he descubierto que Dios no se va de vacaciones en verano!”, me comentó en cierta ocasión una chica que había asistido por primera vez.
En fin, el sábado fue un día muy emotivo para esos primeros grupos de personas que lucharon por tener una entidad dedicada a enriquecer a la sociedad malagueña mediante la formación de valores de miles de jóvenes, celebrando la santa Misa y cantar la Salve a Ntra. Patrona La Virgen de la Victoria, a la que hace más de 65 años vino a visitar san Josemaría en su primer viaje a Málaga. ¿Qué cosas pediría a Nuestra Señora? ¡Solo Ella lo sabe!
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