Telde, 20 de enero de 2012 / Medio Ambiente - Ecología / Gabinete de Prensa.
En escrito remitido a la corporación vienen a exponer su malestar y denuncian la política de arboricidios que se siguen cometiendo en este Ayuntamiento y, más, cuando el mismo se realiza en parques públicos. Nos llega malestar por parte de ciudadanos molestos por la “tala elevada” que se ha venido desarrollando en el municipio y, principalmente por la desarrollada, días atrás, en el parque de Arnao.
Ante requerimiento de explicaciones, la respuesta de los operarios ha sido que estás podas eran para prevenir un “ataque por parte de una “palomilla” o algo similar”. Como quiera que no nos convence esa respuesta:
1º) Nos preguntamos si estos árboles han sufrido dicho ataque, como es que se ha quedado centrado en los ejemplares del parque y, no lo han sufrido los ejemplares cercanos fuera del recinto. Creemos que es una burla a la inteligencia de la gente. No nos imaginamos y por divagar que para evitar incendios pues talemos un bosque.
2º) Ya este problema lo venimos sufriendo desde anteriores gestiones municipales y se vuelve a repetir una y otra vez. Siendo por nuestra parte sensibles a que de alguna manera se trate a un árbol por problemas de visión, de riesgo al tráfico rodado, o que ramas del mismo puedan penetrar en ventanas y balcones de las viviendas.
3º) Por estudios en otros lugares del país donde también sufren este tipo de intervenciones y se han elaborado estos trabajos sobre lo perjudicial que supone estas talas elevadas y su influencia en el medio ambiente.
4º) El eliminar todo el soporte verde hace que el árbol se vea sometido a reducir sus raíces pues le son innecesarias mantenerlas ya que no tienen que atender lo eliminado del mismo. Al tiempo supone un envejecimiento prematuro pues para volver a retoñar, volver a hacer el esfuerzo de recuperarse hace que acuda a sus reservas energéticas, por lo que se puede decir que estos tratamientos no son rejuvenecedores, al contrario y si viviéramos lo que vive un árbol veríamos como terminan muriendo antes de la media de lo previsto. Esta podas radicales que se realizan suponen para la planta un fuerte estress, que tarde o temprano repercute en su edad y fortaleza.
5º) Existe documentación que habla de estudios franceses donde se establece que estos tratamientos a los árboles suponen atentar contra la salud, pues aumentan los agentes patógenos aéreos pues las sustancias que los árboles desprenden a través de sus hojas no se producen por lo que la acción de estas sustancias que repelen a los agentes patógenos se han reducido, por lo que podemos estar hablando de “salud pública”.
Finalmente los ecologistas de Turcón solicitan a los responsables municipales de estas podas radicales medidas ejemplarizantes y menos dañinas tanto para el árbol como para el resto de seres vivos que disfrutamos de sus corpulentas copas verdes.
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