Barcelona (España), 9 de mayo de 2012 / Cartas al Director / Eva N Ferraz,
La Nueva Era se ha popularizado entre aquellos que buscan cierta espiritualidad, dejando tras de sí desilusión y también tragedia. La actriz Sharon Lee Giganti, ex adepta, explica sus trampas, las cuales condujeron al suicidio y al asesinato a dos personas cercanas a ella. Estas enseñanzas se presentan como “una perspectiva más elevada de la esfera espiritual”, destinada a curar males psíquicos y espirituales, afirman que Jesús no era Dios y que el demonio no existe. La actriz asevera: “Gran cantidad de la información de la Nueva Era proviene de espíritus canalizados por médiums que no son otra cosa que demonios servidores de Satanás, con el fin de robarle almas a Dios. Buscan expresamente hacernos daño”. “Los que piensan que “el Cristo” es sólo una “conciencia”, se pierden todo, porque una “conciencia” no te puede amar como Jesús nos ama”, cuestión que experimentó místicamente mientras Él le decía: “Yo soy la respuesta que estás esperando y estoy aquí, como siempre... ¡esperándote!”, lo que le llevó a la conversión al catolicismo.
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