Madrid (España), 2 de junio de 2012 / Artículo de Opinión / Clemente Ferrer (*)
Según informa ACI/EWTN, la Federación
Española de Síndrome de Down, protestó contra las actuales normas
abortistas ya que resulta "inadmisible que la ley posibilite un aborto por
el hecho de que el feto tenga una discapacidad".
Ante el anuncio del gobierno de modificar la actual ley
del aborto, la organización defensora de las personas con discapacidad exigió
que la nueva ley "otorgue el mismo valor a la vida de las personas con
discapacidad que a la vida de aquellas sin discapacidad". Recientemente,
el ministro de Justicia ha manifestado que la reforma legislativa girará en
torno a "reforzar
la protección del derecho a la vida”.
El deseo de prevenir que nazcan chiquillos con
invalidez genética está llevando a un progresivo empleo del dictamen prenatal
que, en caso de ser desfavorable, terminará en un aborto. Una muestra de ello
es el testimonio que ha divulgado “The Guardian”. El periódico anglosajón dio a
conocer los resultados de una investigación científica de la Universidad
de Cambridge, en la que se examinaron las conductas de 235 adolescentes desde
su embarazo hasta los 8 años.
Algunos perciben
estos datos como un apoyo a la independencia de la joven embarazada. Otros se
preguntan si no estaremos utilizando el dictamen prenatal como parte de una maniobra
de pesquisa y devastación de los incapacitados físicos o mentales.
¿Qué valores
deben estar en juego en el análisis genético anterior al nacimiento?; el
respeto a la existencia humana, tanto particular como colectiva, el respeto a
los niños discapacitados.
Por otra parte, corresponde
aclarar que nace una criatura con el síndrome Down por cada 800 partos, entre
mujeres de 30 a 34 años. Lo monstruoso es que ya no nacen críos con el síndrome de Down, porque son
destrozados cuando aún están recluidos en el seno materno. Es el peor de los crímenes ya que se elimina a seres
inocentes, indefensos y débiles.
Por otra parte, una
entidad financiera lanzó una campaña publicitaria con el siguiente mensaje; “El
alma no cambia. Desde hace más de cien años un alma inquieta recorre el país
para ayudar a las personas que más lo necesitan. En nuestra empresa mantenemos el compromiso de
destinar aún más ganas y recursos para contribuir a mejorar nuestra sociedad”.
“Mi
madre acudió al médico en su segundo mes de embarazo. El médico decretó la
interrupción del embarazo, pero mi madre se negó. Siete meses más tarde nací
yo. Hoy, en 1824, en el Kärmerton de Viena, estreno mi novena sinfonía, mi
canto personal a la alegría de vivir”, afirmó Ludwig van Beethoven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario