El consejero de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria, Larry Álvarez, y el alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, acordaron este martes la cesión de la gestión del yacimiento de Arteara, en el citado municipio, de la corporación Insular, propietaria de los terrenos de la necrópolis, al Ayuntamiento, dueño de los inmuebles en los que está el centro de interpretación.
Tras varios meses de trabajo, el convenio que lo hace posible está ya listo, si bien tendrá que ser aprobado por los órganos de gobierno de ambas instituciones. La corporación que preside José Miguel Bravo de Laguna ha invertido 43.000 euros para, antes de la entrega, reparar y reponer tanto las instalaciones museísticas como los recursos interpretativos instalados a lo largo del recorrido. Además, ha preparado un borrador destinado al concurso de gestión que debería sacar el Ayuntamiento en caso de querer externalizar el servicio.
“Antes de esta actuación podía disfrutarse de un recorrido por la necrópolis, pero la falta de un auténtico modelo de gestión y los actos vandálicos habían provocado el deterioro de este importante equipamiento”, explicó Larry Álvarez, para quien, “el nuevo modelo pondrá fin a estos inconvenientes, al permitir su aprovechamiento como recurso cultural por San Bartolomé y que el Cabildo pueda seguir investigando para obtener más información sobre la necrópolis y, en particular, sobre su datación”.
La necrópolis de Arteara (Bien de Interés Cultural, BIC, desde 1973) constituye uno de los espacios cementeriales más significativos de los conocidos hasta la fecha para la sociedad prehispánica de Gran Canaria y uno de los yacimientos más importantes del Archipiélago, debido a su especial configuración (es un malpaís resultado de un derrumbe masivo), a la singularidad del paisaje en el que se integra integra (el Barranco de Fataga) y a la magnitud del cementerio (con una superficie de 137.570 metros cuadrados y 809 enterramientos tumulares individuales y colectivos, es la necrópolis más grande de Canarias).
No en vano, es uno de los enclaves arqueológicos grancanarios que más visitas recibe durante el año, tras su inclusión en la Guía del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria y el acondicionamiento, ahora definitivo, de los recorridos interiores y del centro de interpretación.
Los trabajos de habilitación de la zona arqueológica, concluidos en 2001 y financiados con fondos europeos, incluyeron obras como la creación de accesos y de un recorrido interior, el diseño e instalación de paneles informativos y la construcción de un pequeño centro de acogida para visitantes. La dotación del espacio museístico se resolvió mediante la instalación de paneles y maquetas diseñadas para un discurso expositivo que sirviera para contextualizar la visita a la necrópolis. Sin embargo, y pese a que desde el primer momento la visita a la necrópolis se podía hacer libremente a través de los recorridos acondicionados, el centro de interpretación sólo ha estado abierto puntualmente, con ocasión de algunas visitas concertadas.
Hasta ahora, las visitas guiadas al yacimiento de Arteara se han gestionado desde el Cabildo, por ejemplo, dentro del programa “Yacimientos estrella, después de que la tradición oral y los trabajos de investigación llevados a cabo por Grau Bassas, en el siglo XIX, y por Sebastián Jiménez Sánchez y Rosa Schluter, en el XX, pusieran de manifiesto la utilización arqueoastronómica del sitio.
Entre otros
Arteara se encuentra también integrada dentro de la campaña integral para el mantenimiento de yacimientos arqueológicos y sitios etnográficos del Cabildo, junto a otros yacimientos del municipio como El Llanillo (BIC) y Punta Mujeres, donde recientemente también se renovó toda la señalética y se arregló y repintó el vallado, con una inversión de 20.600 euros.
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