Roldós opina que prescindir del coordinador de cirugía pediátrica del Materno Infantil, es otra muestra de la falta de criterio de Brígida Mendoza que está conduciendo al colapso la sanidad canaria en general y de Gran Canaria en particular
Tenerife (Canarias), 3 de mayo de 2013 / Política - Sanidad - PP / Gabinete de prensa.
La portavoz parlamentaria del PP en materia sanitaria, Mercedes Roldós opina que Brígida Mendoza no puede continuar un día más al frente de la consejería de Sanidad, porque sus nefastas decisiones están conduciendo a la sanidad canaria en general y a la de Gran Canaria en particular, a un deterioro sin precedentes que expone a los usuarios a un riesgo innecesario.
La última decisión de Mendoza de no renovar el contrato a quien ha sido el coordinador de la unidad de cirugía cardiaca pediátrica del hospital Insular Materno Infantil de Gran Canaria en los últimos cinco años, es una prueba más de que la consejera está incapacitada para dirigir una de las áreas más sensibles de la administración autonómica, además de suponer un engaño para las familias de los niños con cardiopatías congénitas con quienes se comprometió a mantener la unidad hospitalaria abierta y con el nivel asistencial adecuado para garantizar el mejor trato a los pacientes.
Roldós considera que esta decisión sugiere “oscuras intenciones” y conduce a pensar que la consejera preferiría que la unidad de cirugía pediátrica estuviese en manos de un determinado operador privado, al que también le favorecería la quiebra de la empresa que actualmente ofrece atención hospitalaria en el sur de Gran Canaria.
La diputada popular no entiende ese afán desmedido de la consejera de “hacer cambios” en servicios que llevan años funcionando perfectamente y prescindir de médicos que atesoran una valiosa experiencia y que han otorgado a la sanidad canaria prestigio internacional, como es el caso de la Unidad de Cirugía Pediátrica del Materno Infantil de Gran Canaria, que Mendoza pretendió cerrar nada más llegar a la consejería, alegando motivos de índole económico.
Una razón inexplicable, asegura Mercedes Roldós, cuando por otro lado la consejera mantiene oculto el coste económico del desplazamiento y estancia en Gran Canaria de cirujanos del hospital de La Paz de Madrid que han sustituido a los profesionales del hospital italiano de San Donato, que llevaban años salvando vidas de niños con cardiopatías congénitas a través de un convenio que apenas suponía un millón de euros al año y que renunciando a gastos superfluos, se podría haber mantenido sin menoscabo del presupuesto de Sanidad.
Desde su llegada a la consejería, Brígida Mendoza no ha tomado ni una sola decisión acertada y por primera vez en Canarias ha logrado que todos los profesionales de la salud coincidan en pedir su dimisión, porque su gestión “es perjudicial para la salud”.
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