Santa Cruz de Tenerife (Canarias), 23 de septiembre de 2013 / Artículo de Opinión / Ignacio González Santiago (*)
A final pasó. Una joven madre, antigua trabajadora de Mararía, la cooperativa anterior concesionaria del servicio de atención domiciliaria en Santa Cruz, explotó ante la Comisión de Control del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Sus desgarradores gritos, pidiendo a los ediles ayuda para sus hijos, y su confesión pública de que comía de la basura, mientras ella, la concejala de Asuntos Sociales, se enriquecía y no le hacía caso, sonaron con un inusitado y vergonzante estruendo en el salón García Sanabria, bajo la sorprendida mirada de quien dicen fue el mejor Alcalde de la ciudad y que parecía por momentos querer salir del cuadro que preside la estancia.
La concejala, en vez de interesarse por su situación, la mandó a callar para seguir su reunión, mientras los concejales continuaban a su bola, una jugando con el móvil, el otro mirando para otro lado, y el resto, pasando silenciosamente de Sonia. Para la desgracia de todos, gobierno y oposición, una atenta y oportuna cámara de Mírame TV grabó completa la improvisada e impactante intervención de Sonia, que ha rulado por redes y televisiones locales y nacionales, para escarnio público de Santa Cruz de Tenerife.
Acabo de ver las imágenes en una cadena de televisión nacional en hora de máxima audiencia y me dio vergüenza ajena. Sonia puso cara a la pobreza, aunque nuestros concejales insensibles y ciegos ni tan siquiera la miraron. No quieren enterarse de lo que está ocurriendo en la calle, no les importa, agazapados en los entelados salones, repochados en sus mullidas poltronas. A ellos les va mejor que nunca. Ganan más que antes. La crisis no va con ellos.
Escribo con el corazón desgarrado al ver que nuestra gente está comiendo de la basura, mientras sus concejales pasan descaradamente. Estamos en emergencia social y el Alcalde está tardando demasiado en declararla. Aquellos que le aconsejaron que no lo hiciera por el hipotético efecto negativo que tendría para la imagen de la ciudad, ya no tienen de qué preocuparse, toda España ha visto a Sonia y sabe que los chicharreros y chicharreras están comiendo de la basura, sin que su ayuntamiento haga nada para evitarlo. Le insisto al Alcalde que cese a esta chica, ya que nunca debió nombrarla para un cargo que le queda exageradamente grande, y que asuma él directamente los servicios sociales, hasta que pase la crisis.
Todos los recursos del Ayuntamiento deben estar a favor de los que menos tienen, para que nadie pase hambre en Santa Cruz. Y al resto de los concejales, que tengan vergüenza, que por lo menos escuchen a la gente cuando les pide que la ayuden y si no, mándense a mudar.
(*)Abogado, Economista, MBA,
Diputado en el Parlamento de Canarias,
Presidente Federal del CCN,
y candidato a la Alcaldía
de Santa Cruz de Tenerife en 2015
@ignaciogonsan
No hay comentarios:
Publicar un comentario