Para la próxima edición, el Ayuntamiento plantea incorporar a los premios la modalidad de instantáneas hechas con teléfonos móviles
San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), 18 de febrero de 2014 / Cultura - Fotografía / Gabinete de Prensa.
En la Galería Casa Condal de Maspalomas se exponen hasta el próximo viernes 28 de febrero el centenar de obras que se presentaron a la 23ª edición del Certamen Fotográfico Bahía del Pajar, organizado por la Concejalía de Cultura de San Bartolomé de Tirajana.
Para la próxima edición del concurso el Ayuntamiento quiere incorporar entre la categoría de premios la sección de fotografías hechas con móviles, teniendo en cuenta el alto número de jóvenes que participaron este año y también el gran impacto que están teniendo los registros fotográficos en la sociedad de nuestros días por el uso cotidiano de los teléfonos móviles y de las redes sociales. “Es una idea que puede revolucionar el certamen, porque todo el mundo tiene la posibilidad y la capacidad de poder hacer una foto y participar”, afirman desde la organización.
En esta última edición el concurso lo ganó la composición fotográfica en blanco y negro titulada ‘Resurrección’, realizada con una Nikon D-800 por el especialista José Luis Lozano Navarro (Casa Pastores, 1965), en la costa del Faro de Sardina de Gáldar.
Los otros dos premiados fueron Antonio Martín Gómez Godoy (San Fernando de Maspalomas, 1963) en la categoría de Autor Local, con el bodegón ‘Flor de Naranjo’, un trabajo de estudio realizada a todo color con una Canon DS-1.100; y Daniel Cáceres Jiménez (Las Palmas, 1993) con la instantánea ‘Amanecer pedaleando’, realizada en blanco y negro en el Paseo Marítimo de la capital grancanaria precisamente con un teléfono móvil Samsung Galaxy Sp.
En esta última edición destacan el gran colorido de algunas fotos; el uso de los desnudos femeninos como fuente de inspiración; el mar como recurso paisajístico; los retratos reveladores de personalidad y, entre otros, también la proximidad objetiva hacia los detalles de los objetos como trabajos de experimentación.
La exposición itinerante por los centros culturales del municipio la conformarán las tres fotos ganadoras y las otras siete finalistas: ‘En un lugar de Canarias’, de Rubí Navarro Ávila; ‘La gaviota pensativa’, de Jöelle Garret; ‘ Pasado el tiempo’, de Agustín Alonso Valido; ‘Calma’, de Dolores Suárez Rodríguez; ‘Esperando la marea’, de Francisco Valido Alonso; ‘Atardecer’, de Julián Alday Serrano y ‘Carpintero’, de Antonio Pérez Ruiz.
Oferta cultural
El alcalde Marco Aurelio Pérez y la concejala de Cultura, Elena Álamo, insistieron en el acto de inauguración de la muestra que este concurso fotográfico que ya está a punto de cumplir un cuarto de siglo, “enriquece la oferta cultural del municipio y supone una oportunidad para los nuevos artistas”.
“En el municipio estamos de enhorabuena por la continuidad de este certamen que cumple 23 años, y aunque tiene sus raíces en San Bartolomé de Tirajana goza de una amplia convocatoria de participantes también en otros municipios de la Isla. Con esta exposición cerramos un proceso de trabajo y lo damos a conocer, dando un paso más para que la cultura vaya asentándose en el municipio teniendo a los propios vecinos como sus protagonistas”, señaló el alcalde.
Entre las anécdotas del XXIII Certamen del Bahía del Pajar destaca el hecho de que el premio del Autor Local recayera en un operario municipal adscrito al área de Parques y Jardines al que le falta el brazo izquierdo. Antonio Martín Gómez, que se confiesa estudiante de fotografía “para aprender y salir de la rutina diaria”, reconoce que para hacer las fotos tiene que utilizar “mucha maña”. Con la base de la mano derecha sujeta la cámara, “y con la punta de los dedos índice y pulgar muevo el objetivo”, dice. Las dificultades de las instantáneas las supera “utilizando el trípode o teniendo mucha tranquilidad para los disparos”. Ya participó en la edición del año pasado con la foto “Escalera hacia el cielo”.
El atractivo del Certamen Fotográfico Bahía del Pajar se mantiene pese al recorte presupuestario que la crisis introdujo en sus premios. La apertura temática de su convocatoria y su adaptación técnica a la simplificación que está promoviendo la era de la digitalización también han permitido que este concurso, uno de los más veteranos de Canarias, trascienda la magia que antes envolvía al mundo de la fotografía, circunscrito entonces a un grupo muy reducido de personas expertas.
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