SALT (Girona), 17 de febrero de 2015 / Cartas al Director / Jesús Martínez Madrid
Conscientes de su responsabilidad y dispuestos a colaborar juntos, las autoridades judías, musulmanas, católicas y protestantes coincidieron en la necesidad de sostenerse mutuamente en una tarea social, cultural y religiosa que el Presidente de la Conferencia Episcopal definió como de “reconocimiento mutuo”. Para combatir el yihadismo son necesarias muchas cosas, entre ellas reconocer que la confesión religiosa en el espacio público y el pluralismo religioso que de ahí deriva, no es un atavismo ni un desecho cultural.
En la laica Francia las confesiones religiosas están empeñadas en trabajar juntas y en hacerlo públicamente, aspecto necesario para una verdadera laicidad positiva. Lo han demostrado recientemente con su posición común frente a la persecución de los cristianos en Oriente Medio. Ojalá que las relaciones de amistad que les unen ya, fermenten en las diferentes comunidades religiosas y desde allí se trasladen al conjunto de la sociedad. Será una excelente herramienta para combatir a los que pervierten la religión, invocando el santo nombre de Dios para asesinar.
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