Girona (Cataluña - España), 16 de marzo de 2015 / Cartas al Director / Jesús Domingo Martínez
Frente al tópico de que con la Religión en la escuela se trata de privilegios para la Iglesia, intolerables en un Estado laico, los Acuerdos que quiere denunciar Pedro Sánchez se limitan a concretar para los católicos unos derechos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales. El caso de la enseñanza de religión es muy significativo. La Constitución reconoce a los padres el derecho de elegir la enseñanza moral y religiosa que quieren para sus hijos. Siete de cada diez alumnos ejercitan ese derecho eligiendo libremente Religión católica, asignatura de toda solvencia académica, cuyos contenidos determina la autoridad religiosa, ya que, si lo hiciera el poder político, entonces sí se estaría violando el principio de aconfesionalidad del Estado. Laicidad, conviene aclarar, no significa expulsar la religión de la vida pública, sino garantizar su libre ejercicio, permitiendo a cada comunidad aportar lo mejor de sí misma al bien común.
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