viernes, 6 de marzo de 2015

"Yo también soy emigrante". No conviene olvidar nuestra historia.


Las Palmas de Gran Canaria (Canarias), 06 de marzo de 2015 / Emigrante / José Antonio Cabrera. ASSOPRESS 

La triste historia de la emigración de la generación de nuestros abuelos canarios a América, sobre todo a Cuba, Venezuela y Uruguay, conviene no olvidarla.

Recuerden: el pueblo que olvida su Historia, está condenado a repetirla. 

Y la generación de nuestros hijos (el 50% desempleados), vuelve a repetir esta emigración en busca de un mundo mejor, lejos de esta sociedad egoísta y explotadora en la que viven, sin esperanza de futuro.

Moraleja: respetemos, comprendamos y ayudemos a todos los emigrantes, recordemos a nuestros abuelos y pensemos en nuestros hijos.

Al final todos somos emigrantes en esta aldea global en la que vivimos.

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO 2015

«Una Iglesia sin fronteras, madre de todos»

Queridos hermanos y hermanas:

Jesús es «el evangelizador por excelencia y el Evangelio en persona» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 209). Su solicitud especial por los más vulnerables y excluidos nos invita a todos a cuidar a las personas más frágiles y a reconocer su rostro sufriente, sobre todo en las víctimas de las nuevas formas de pobreza y esclavitud. 

El Señor dice: «Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme» (Mt 25,35-36).

 Misión de la Iglesia, peregrina en la tierra y madre de todos, es por tanto amar a Jesucristo, adorarlo y amarlo, especialmente en los más pobres y desamparados; entre éstos, están ciertamente los emigrantes y los refugiados, que intentan dejar atrás difíciles condiciones de vida y todo tipo de peligros.

 Por eso, el lema de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado de este año es: Una Iglesia sin fronteras, madre de todos.

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