Sant Feliu de Guíxols (Girona), 23 de abril de 2015 / Cartas al Director / Pedro García
En el segundo fin de semana de abril en la VII Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá, se ha ratificado el acercamiento de Cuba y Estados Unidos con una reunión de Barack Obama y Castro. Un encuentro así no se había producido en los últimos 50 años. El nuevo tiempo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, auspiciado en buena medida por el Papa Francisco, es una buena noticia. El embargo ha hecho al pueblo cubano y ha servido muy poco para favorecer una apertura en Cuba. La democracia tardará en llegar a la Isla, pero el solo hecho de que haya más intercambios con Estados Unidos puede suponer una ayuda para que se den algunos pasos.
Obama se ha equivocado en numeras ocasiones con su política exterior, pero en este caso ha tomado una decisión acertada, siempre que no se olvide de amparar a la oposición democrática en la Isla y seguir reclamando una transición a las libertades a la que todavía queda un largo camino por recorrer.
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