La Conferencia Episcopal Española ha aprobado una Instrucción Pastoral con el título “Iglesia, servidora de los pobres”.
Girona (Cataluña - España), 10 de mayo de 2015 / Cartas al director / Jesús Domingo Martínez
Con esta instrucción, los obispos rechazan el derrotismo y la desesperanza: urge una mirada esperanzada que nos ponga manos a la obra, comenzando por una profunda regeneración personal y social. Tanto las denominadas “nuevas pobrezas”, como la corrupción que tanto nos golpea actualmente, están facilitadas por el empobrecimiento espiritual. Necesitamos recuperar la primacía de la dignidad de la persona, entender que los bienes tienen una dimensión social y un destino universal, y promover una actitud de renovación y conversión que nos haga trabajar, entusiasmados, en aras del bien común.
Aunque a la política le toca su papel en esta tarea, los obispos confían en la aportación de una sociedad civil rica y fuerte, en la que los católicos y sus organizaciones tienen mucho que hacer y qué decir. Por eso reclaman también la promoción de la familia y de la defensa de la vida, imprescindibles para vertebrar nuestra sociedad y generar una cultura de la solidaridad y el bien común.
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