La Ertzaintza explosiona una olla en las inmediaciones del Cuartel de Oñate
Oñate (Guipúzcoa), 19 de junio de 2015 / Sucesos - Explosion / José Antonio Cabrera. ASSOPRESS
Los guardias civiles destinados en el País Vasco y Navarra están ya hasta cierto punto acostumbrados a soportar tensiones. La vida de un guardia civil no resulta precisamente agradable, especialmente en determinados lugares de las provincias vascas y navarra. No hablemos ya de lo complicada que es la vida diaria para sus familias, especialmente, para los más pequeños.
A pesar de que desde hace unos años los asesinos etarras han cesado en su actividad homicida, al contrario de lo que muchos puedan pensar, el ambiente no se ha tornado pacífico. El pasado sábado, se llevaba a cabo el famoso “escrache” organizado por el colectivo de izquierda abertzale “Fan hemendik” (“fuera de aquí”), rodeando el Cuartel de la Guardia Civil de Oñate (Guipúzcoa). El escrache, que obtuvo el visto bueno del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, fue un nuevo acto de hostigamiento que se suma a otros que con mayor frecuencia se vienen sucediendo en los últimos tiempos, con el fin de amedrentar, insultar y amenazar a los guardias civiles y a sus familias.
Pintadas, manifestaciones, escraches, maletas a la puerta del cuartel, son ejemplos de actos de hostigamiento que el entorno abertzale lleva a cabo cada vez con mayor frecuencia, sin que se esté dando una respuesta adecuada y contundente. En esa misma línea de intensificación de las acciones, el hostigamiento ha alcanzado hoy una cota superior; una olla era colocada en las inmediaciones del cuartel de Oñate, que ha motivado la actuación de los especialistas de la Ertzaintza, y que finalmente han hecho estallar con la ayuda de un robot. El mensaje que se ha pretendido lanzar es claro e inequívoco. No se trata de cuatro jóvenes adhiriendo pegatinas ofensivas en las paredes del cuartel o coreando insultos y descalificaciones, sino de un auténtico aviso al más puro estilo etarra: “seguimos aquí, y cuando queramos os colocamos una bomba real”.
Así las cosas, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), asociación que engloba a todas las escalas y empleos de la Guardia Civil, desea reconocer y agradecer públicamente al Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (COVITE) su constante apoyo y lucha por la memoria, la dignidad y la justicia, especialmente su actuación del pasado sábado. Pero por otra parte, AEGC no puede permanecer impasible ante la falta de apoyo de las instituciones a los agentes destinados en el País Vasco y Navarra.
Está muy bien gritar a los cuatro vientos que la Guardia Civil no se irá jamás del País Vasco, pero eso ni anima ni protege a los guardias civiles y a sus familias, que desearían que no se oculte la realidad de lo que está ocurriendo y que se les proteja adecuadamente del hostigamiento que continuamente –y cada vez más- vienen padeciendo, respondiendo con contundencia y, sobretodo, con justicia.
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