El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, con varios expedientes abiertos con multas de hasta 800 euros a transportistas irresponsables, reclama la ayuda vecinal para acabar con la picaresca de las escombreras y el uso ilegal de los contenedores
San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria - Canarias), 07 de julio de 2015 / Medio Ambiente / Gabinete de Prensa.
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana tiene abiertos varios expedientes sancionadores con multas de hasta 800 euros contra transportistas desleales por el depósito de escombros de forma irregular e incívica en parajes naturales, contenedores de espacios urbanos e incluso autocompactadores.
Esa actuación prohibida por las normas ambientales del Cabildo y del Ayuntamiento se ha incrementado de forma considerable y problemática en este municipio desde el cierre del vertedero de Juan Grande en diciembre del 2014, por la conversión del complejo ambiental en un ecoparque que sólo gestiona residuos orgánicos.
Desde entonces el Cabildo obliga a llevar todo tipo de escombros y residuos no orgánicos directamente a los gestores autorizados para su reciclado, como son las empresas REC (Reciclaje de Escombros Canarias) y Francisco Martín Vega, ambas entidades con plantas de tratamiento en Jinámar.
Todos los proyectos de obras contemplan la obligatoria gestión de los residuos en plantas de tratamiento que los contratistas cobran a los promotores. No obstante, y pese a las continuas campañas periódicas de concienciación social que el Ayuntamiento pone en marcha para el depósito y la recogida selectiva de los residuos y basuras, el problema surge cuando particulares y contratistas de obras menores y mayores deciden ahorrarse el transporte y el canon que debe pagarse en dichas plantas de tratamiento (de 2,50 euros a 13 euros por tonelada dependiendo del tipo de material), y terminan realizando los vertidos desautorizados de forma incontrolada y con alevosía en cualquier sitio.
Esos depósitos clandestinos son apreciables sobre todo en los autocompactadores de Castillo del Romeral y El Tablero; en los contenedores urbanos de Aldea Blanca, donde se han llegado a detectar hasta cinco depósitos de 800 litros completamente llenos de escombros; en la zona de El Pajar y también en la carretera de tierra que une el Centro de Salud y la planta de machacado y tratamiento de áridos de Santana Cazorla en el Barranco de Los Vicentes, pero también en laderas y barranquillos, y sobre todo en diversos puntos de El Salobre Alto, donde los vertidos tienen que recogerse casi a diario.
Sostenibilidad ambiental
Fernando González Montoro, segundo teniente de alcalde y responsable del área municipal de Servicios, Ordenación del Territorio y Políticas Ambientales, reconoce que “estas acciones que atentan contra la sostenibilidad ambiental son preocupantes y muy difíciles de combatir”, de ahí que haga un llamamiento público pidiendo la colaboración ciudadana para poner remedio a un mal que está ocasionando graves perjuicios medioambientales y paisajísticos al municipio.
Para acabar con la picaresca de los contratistas que cobran a los promotores el traslado de los vertidos de escombros hasta Jinámar y luego no cumplen, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ya está solicitando el albarán correspondiente a la gestión autorizada de los residuos llevados a dichas plantas a la hora de expedir los permisos finales de reconocimiento de obras.
“El problema está en que ese requerimiento no podemos hacérselo a las obras menores, porque no precisan el reconocimiento final, ni tampoco a las obras clandestinas, de ahí que sea de vital importancia la colaboración vecinal en este sentido”, advierte Fernando González, que pide una mayor utilización del Punto Limpio por parte de la ciudadanía.
El Punto Limpio del municipio está gestionado por la empresa Urbaser y se encuentra en la carretera GC-504, pasado el Centro de Salud. Abre todos los días: los lunes de dos de la tarde a ocho de la noche; los martes, miércoles, jueves y viernes de 07:30 a 20:30 horas; los sábados de 08:00 a 20:20 horas, y los domingos de ocho de la mañana a dos de la tarde.
En dicho punto, que sólo cierra los festivos, se recoge aceites de motor, aceites vegetales de cocina, aerosoles, baterías, ropa y calzado, escombros, frigoríficos, electrodomésticos, jardinería, madera, metales, muebles y enseres, papel y cartón, pilas, pinturas, barnices y disolventes, envases ligeros y de vidrio, radiografías, ordenadores, televisores y monitores, tonner, teléfonos móviles, neumáticos, Cds y Dvds.
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