· En Canarias se consumen alrededor de dos millones de litros de este producto y no contamos con instalaciones para su fabricación
· Es fundamental para las desaladoras, las piscinas y hospitales entre otros usos
· Se ubicará en una parcela de 4.767 metros cuadrados en la Dársena Pesquera de Santa Cruz de Tenerife
Canarias (España), 22 de agosto de 2015 / Medio ambiente / Gabinete de Prensa
La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias, (Cotmac) aprobó, sólo a efectos ambientales, la Declaración de Impacto Ambiental de una fábrica para la producción de conocido vulgarmente como lejía, producto muy utilizado en las Islas dado que se estima que se consumen alrededor de dos millones de litros mensuales, y que no cuenta hasta el momento con una industria de este tipo para su producción.
El proyecto está promovido por Biomca Química, S.L, y se ubicará en una parcela de 4.767 metros cuadrados del espaldón de la Dársena Pesquera del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, en los terrenos ganados al mar de la nueva explanada de esta zona portuaria
La nueva industria pretende la fabricación de 21.000 Tn/año (en torno a 63 Tn/día) de hipoclorito sódico a partir de sal de origen marino, con destino a su uso en la desalación de aguas, piscinas, abastecimiento urbano, contabilizándose que en Canarias existe una demanda mensual de 1.500.000 litros para piscinas y 217.600 litros para agua de consumo humano entre otros usos. Como materias primas utilizará agua, sal mineral (NaCl), electricidad, ácido clorhídrico (HCl) 32%, sulfito de sodio (NaSO) y sosa cáustica (NaOH).
En cuanto al tratamiento del agua, se considera que el hipoclorito sódico ofrece una mayor seguridad de transporte y manipulación frente al gas cloro, lo que supone que estemos hablando de un mercado de importante expansión.
El principal uso en Las Islas de este producto es como desinfectante en piscinas, ya sea por aplicación directa en forma de líquido, en pastillas concentradas o en polvo, o a través de un aparato de electrólisis salina por el que se hace circular el agua de la piscina. Además, este producto químico se puede también utilizar como blanqueador para las fibras textiles, así como para desinfectar, gracias a su poder fungicida y bactericida.
Este último uso es fundamental en los recintos hospitalarios, donde también utilizan el hipoclorito en parasitología, para la esporulación in vitro de Ooquistes de protozoos del phylum apicomplexa en el método denominado de Cawthorn.
Del total de la parcela a destinar a esta industria en Tenerife, 1.248 metros cuadrados serán utilizados para construir una calle interna destinada a la entrada y salida de camiones, un total de 142 metros cuadrados para zona de servicios (office, vestuario, oficinas, depósito de materiales y zona de mantenimiento) y el depósito de sal, que ocupará 1.300 metros cuadrados.
La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias estableció sobre este proyecto condicionantes a fin de que se asegure la minimización de los posibles efectos ambientales negativos y que la realización de la actuación propuesta pueda considerarse ambientalmente viable.
En el apartado de condicionantes del acuerdo alcanzado por la Cotmac se indica que al instalarse la actividad en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, esta fábrica estará sujeta a la política ambiental marcada por la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife a través de su Código de Conducta Ambiental, debiendo elaborarse un Plan de Emergencia Ambiental. Por otra parte, la actividad también estará sujeta al Real Decreto por el que se aprueban medidas de control de los riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervengan sustancias peligrosas, por lo que debe prepararse un informe de seguridad.
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