sábado, 13 de febrero de 2016

“Misericordia quiero y no sacrificios”,

SALT (Girona), 13 de febrero de 2016 / Cartas al Director / Valentín Abelenda Carrillo

El mensaje con el que el Papa nos ha introducido en el Miércoles de Ceniza, lleva el significativo título de “Misericordia quiero y no sacrificios”, y en él, Francisco subraya la importancia de las obras de misericordia, corporales y espirituales, que son un modo de despertar la conciencia, muchas veces aletargada, ante el drama de la pobreza. Como contraste pone en guardia contra la esclavitud del pecado, un delirio “que empuja a utilizar la riqueza y el poder” para el propio beneficio y no para servir a Dios y a los demás.

Al hacer esta afirmación, Francisco insiste en las graves consecuencias que en el terreno político y social tiene el olvido de Dios, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX y las ideologías modernas de pensamiento único. Frente a esa realidad, el Papa coloca en el centro de este Año de la Misericordia el sacramento del perdón.





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