Agaete (Gran Canaria - Canarias), 27 de marzo de 2016 / Artículo de Opinión / Fernando Báez - Sacerdote.
... que así nos engaña como a bobos. Él (el cabildo), mata las cabras, y nos quiere enseñar (no sé a quién), cómo se toman muestras de leche, con lecciones sobre la composición y las características de la leche antes de hervirla o guisarla; en qué consiste la calidad de dicha leche; qué controles y obligaciones hay que tener en cuenta y llevar a la práctica en la explotación caprina o cáprica; nos mostrarán leche de muestras (previamente ordeñada a alguna escuálida cabra explotada, y no libre, que daría otros sabores y composición); el transporte de la leche, desde el ubre de la cabra hasta el centro lechero del lugar (la casa o cocina donde se la va a guisar [o echarla al perro]); característica de la lechera, cubículo, recipiente, donde depositar o echar la leche -naturalmente después de ser ordeñada la cabra o cabras pertinentes; lo de la letra “Q”, sobre calidad y trazabilidad.
Repito: el cabildo mata las cabras, pero a la par, nos quiere dar cursillos como el anterior, y ahora para que busque usted la comodidad y el bienestar, sin mal trato a los animalitos de Dios –aunque el cabildo las deja morir heridas al pegarles tiros y dejarlas sufriendo y maltratada hasta que mueren no por el tiro, sino por la infección, y a las crías de hambre al matarles a las madres-, y ello sobre todo cuando lo tenga que trasladar de un lugar a otro en transporte, porque ya de trashumancia -caminado por los caminos de la vida, de eso nada de nada-, y ha de hacerlo en transporte con calefacción, almohadones, y otras comodidades; véalas en resumen (y para ello un segundo cursillo), y aunque el cabildo mata las cabras, nos habla y exige mil delicadezas con el que han de viajar las cabras: el contenido del cursillo versará del Derecho al canto, y así se estudiará y te enseñará y se aprenderá de memoria el artículo 8 (no el 7, ni el 9), del Decreto del Rey o del real decreto 751/2006, que tiene fecha del día de santa Julita -día 16 de junio-, sobre la autorización pertinente -sin ello, ¡multa que te pego!-, si te registran al transportista, y a éste el medio que tiene de transportar los animales -pongamos que una cabra y su camioneta-, y ello porque fue inventado o ideado por un comité de españa, sobre la comodidad, felicidad y bienestar, más la protección de las cabras lecheras (aunque el cabildo las mata).
Pero no acaban aquí los cursillos que sobre cabras nos da el cabildo, aunque el propio y mismo cabildo las mata -repito-, pero si usted tiene cabras, tenga -además (entre muchos otros cursillos previos y otros que vendrán sobre cabras)-, que otro más trata de la flexibilidad férrea a tener en cuenta en la sanidad, higiene, pureza, pulcritud, etc., con lo que debe acompañar la quesería, nada de hacer el queso sin más, apretando la cuajada en el patio, sino que le ensañarán cómo y dónde hacerlo y todo lo que hay de normativa al respecto, pues no vivimos en tiempos de la abuela, sino al presente, donde para hacer usted el queso, ha de cumplir unos requisitos tales, que sin ellos -como en todo lo anterior, te van a multar, ¡y qué multas!-, que además, has de cumplir unos requisitos específicos, y tanto la quesera o quesería, el entorno, patio y campo, con higiene cual si un altar para la Misa se tratara, ¡o más!, ¡mucho más! Y le explicarán sobre los procedimientos, nada del calor de la mano, sino con guantes y otras medidas ante la boca y nariz, y sobre todo -esto sí que lo obedecen-: el que no mate a las cabras, eso no le hacen caso a Europa por más que se lo exige por medio de carta a un servidor y al Consejero Narvaez, del Gobierno de aquí, y encargado de estos asuntos, que hay que aplicar -esto sí de Europa- los criterios que viene de allá...
El Padre Báez, que una vez más, para librarle a usted de multas que te meterán por un tubo, pues repase lo poco y parcial de exigencias y condiciones para la leche, animales, quesos..., que no, no hay cuerpo que lo admita, ni tiempo que lo resista, así que en lugar de cabras, ponga perros, y límpiele la caca (por no decir mierda, que algunos lo entienden cual si fuera un taco). Déjese y aléjese de las cabras; ladre, ladre también usted, imitando a su chucho, y cómprele arroz con carne, y si es hembra, la puede hasta ordeñar y hasta hacer queso.
“... ese proceder inútil...” (1P 1, 18-21).
Y, puesto que Don Pedro Toledo, me lo autoriza, ahí va:
Buenos días Padre Báez, estamos de acuerdo, sin organización no hay éxito posible. Gracias por compartir su nº de teléfono y correo, tiene mi permiso para dar a quién considere o a todos mi tlf. 695588574 y mi correo "westyurum@gmail.com", ya me comunicaré luego con Manuel Rivero para ir conformando un equipo de actuación. Que quede claro que es imposible rechazar su papel y figura en este y otros temas, pues es usted quien ha inspirado, propiciado y luchado tenazmente para evitar que los matones del Cabildo extinga la cabra libre de Gran Canaria, además ha sido usted quien está dando a conocer a la sociedad canaria esta injustificable barbarie de extinción por parte del Cabildo lo cual agradecemos mucho.
La Sta., que está apoyando esta causa, repito se llama Eva Afonso Hernández, en Telde, puede encontrarla en "change.org", bajo el título "No a la matanza de cabras asilvestradas en Gran Canaria", lleva 1.151 firmas tiene que llegar a 1.500, donde usted podrá firmar y transmitírselo a todos sus contactos...
Estoy tratando de contactar con ella a ver qué paso dará posteriormente pero no lo he logrado.
Trataré de hablar con la Sociedad de Cazadores a ver si estos se oponen a que entren los cazadores andaluces y ganamos tiempo hasta que legalicemos a este hermoso grupo caprino.
Saludos.
... que así nos engaña como a bobos. Él (el cabildo), mata las cabras, y nos quiere enseñar (no sé a quién), cómo se toman muestras de leche, con lecciones sobre la composición y las características de la leche antes de hervirla o guisarla; en qué consiste la calidad de dicha leche; qué controles y obligaciones hay que tener en cuenta y llevar a la práctica en la explotación caprina o cáprica; nos mostrarán leche de muestras (previamente ordeñada a alguna escuálida cabra explotada, y no libre, que daría otros sabores y composición); el transporte de la leche, desde el ubre de la cabra hasta el centro lechero del lugar (la casa o cocina donde se la va a guisar [o echarla al perro]); característica de la lechera, cubículo, recipiente, donde depositar o echar la leche -naturalmente después de ser ordeñada la cabra o cabras pertinentes; lo de la letra “Q”, sobre calidad y trazabilidad.
Repito: el cabildo mata las cabras, pero a la par, nos quiere dar cursillos como el anterior, y ahora para que busque usted la comodidad y el bienestar, sin mal trato a los animalitos de Dios –aunque el cabildo las deja morir heridas al pegarles tiros y dejarlas sufriendo y maltratada hasta que mueren no por el tiro, sino por la infección, y a las crías de hambre al matarles a las madres-, y ello sobre todo cuando lo tenga que trasladar de un lugar a otro en transporte, porque ya de trashumancia -caminado por los caminos de la vida, de eso nada de nada-, y ha de hacerlo en transporte con calefacción, almohadones, y otras comodidades; véalas en resumen (y para ello un segundo cursillo), y aunque el cabildo mata las cabras, nos habla y exige mil delicadezas con el que han de viajar las cabras: el contenido del cursillo versará del Derecho al canto, y así se estudiará y te enseñará y se aprenderá de memoria el artículo 8 (no el 7, ni el 9), del Decreto del Rey o del real decreto 751/2006, que tiene fecha del día de santa Julita -día 16 de junio-, sobre la autorización pertinente -sin ello, ¡multa que te pego!-, si te registran al transportista, y a éste el medio que tiene de transportar los animales -pongamos que una cabra y su camioneta-, y ello porque fue inventado o ideado por un comité de españa, sobre la comodidad, felicidad y bienestar, más la protección de las cabras lecheras (aunque el cabildo las mata).
Pero no acaban aquí los cursillos que sobre cabras nos da el cabildo, aunque el propio y mismo cabildo las mata -repito-, pero si usted tiene cabras, tenga -además (entre muchos otros cursillos previos y otros que vendrán sobre cabras)-, que otro más trata de la flexibilidad férrea a tener en cuenta en la sanidad, higiene, pureza, pulcritud, etc., con lo que debe acompañar la quesería, nada de hacer el queso sin más, apretando la cuajada en el patio, sino que le ensañarán cómo y dónde hacerlo y todo lo que hay de normativa al respecto, pues no vivimos en tiempos de la abuela, sino al presente, donde para hacer usted el queso, ha de cumplir unos requisitos tales, que sin ellos -como en todo lo anterior, te van a multar, ¡y qué multas!-, que además, has de cumplir unos requisitos específicos, y tanto la quesera o quesería, el entorno, patio y campo, con higiene cual si un altar para la Misa se tratara, ¡o más!, ¡mucho más! Y le explicarán sobre los procedimientos, nada del calor de la mano, sino con guantes y otras medidas ante la boca y nariz, y sobre todo -esto sí que lo obedecen-: el que no mate a las cabras, eso no le hacen caso a Europa por más que se lo exige por medio de carta a un servidor y al Consejero Narvaez, del Gobierno de aquí, y encargado de estos asuntos, que hay que aplicar -esto sí de Europa- los criterios que viene de allá...
El Padre Báez, que una vez más, para librarle a usted de multas que te meterán por un tubo, pues repase lo poco y parcial de exigencias y condiciones para la leche, animales, quesos..., que no, no hay cuerpo que lo admita, ni tiempo que lo resista, así que en lugar de cabras, ponga perros, y límpiele la caca (por no decir mierda, que algunos lo entienden cual si fuera un taco). Déjese y aléjese de las cabras; ladre, ladre también usted, imitando a su chucho, y cómprele arroz con carne, y si es hembra, la puede hasta ordeñar y hasta hacer queso.
“... ese proceder inútil...” (1P 1, 18-21).
Y, puesto que Don Pedro Toledo, me lo autoriza, ahí va:
Buenos días Padre Báez, estamos de acuerdo, sin organización no hay éxito posible. Gracias por compartir su nº de teléfono y correo, tiene mi permiso para dar a quién considere o a todos mi tlf. 695588574 y mi correo "westyurum@gmail.com", ya me comunicaré luego con Manuel Rivero para ir conformando un equipo de actuación. Que quede claro que es imposible rechazar su papel y figura en este y otros temas, pues es usted quien ha inspirado, propiciado y luchado tenazmente para evitar que los matones del Cabildo extinga la cabra libre de Gran Canaria, además ha sido usted quien está dando a conocer a la sociedad canaria esta injustificable barbarie de extinción por parte del Cabildo lo cual agradecemos mucho.
La Sta., que está apoyando esta causa, repito se llama Eva Afonso Hernández, en Telde, puede encontrarla en "change.org", bajo el título "No a la matanza de cabras asilvestradas en Gran Canaria", lleva 1.151 firmas tiene que llegar a 1.500, donde usted podrá firmar y transmitírselo a todos sus contactos...
Estoy tratando de contactar con ella a ver qué paso dará posteriormente pero no lo he logrado.
Trataré de hablar con la Sociedad de Cazadores a ver si estos se oponen a que entren los cazadores andaluces y ganamos tiempo hasta que legalicemos a este hermoso grupo caprino.
Saludos.
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