Valle de Agaete (Gran Canaria - Canarias), 02 de abril de 2016 / Artículo de Opinión / Fernando Báez - Sacerdote
... los tenemos entre nosotros, y nos vienen a matar las cabras. No se lo debemos permitir; vamos a obstaculizar esa matanza e impedir, aunque para ello nos cueste días por esas lomas, por nuestra tierra a defendernos como lo hicieron los guaches, que estuvieron casi un siglo de guerra para impedirles la conquista, no seamos como América, que los dejó entra como Mateo por su casa. No permitamos que cual otro Tenesor Semidán, el cabildo entregue a andaluces nuestro mejor y mayor tesoro: las cabras. Defendamos lo que es nuestro, y la envidia y aspiración de la ganadería mundial.
Son nuestras reservas, para cuando el pienso transgénico que les obligan a comer a las tabuladas o en explotaciones, a las que les prohíben el pastoreo libre, las tengamos para sustituir con sus crías a las que morirán, como sucede ya, que no cesan de morir. Sanas y libres de enfermedades las libres las tenemos que proteger y defender de los rifles que paga el cabildo para exterminarlas, y todo por un puñado de euros que les envía Bruselas, a la que han engañado haciéndoles creer que cuanto han forestado falsamente con dineros venidos de allá, y que emplean entre ellos y sus amigos, les dicen que las cabras se lo han comida, ¡mentira cochina!, y entonces Bruselas les pide que maten las cabras si quieren seguir recibiendo dinero (500,000,00 euros ensangrentados con sangre de nuestras mejores cabras).
Pongámonos a la vera de los tiradores, y con esta acción no violenta, no pegarán ni un solo tiro. Nos toca desplegarnos por la isla, por donde anden estos matones y quien los vea, lance la voz, para que podamos sumarnos.
El Padre Báez solicitando la movilización del pueblo, para defender a los pastores, dueños de dicha cabras, que sin tabular, las madres tienen cencerras y están marcadas, y no las pueden apañar, porque se mueren en el acto, como reconocieron en la reunión habida recientemente en el Valle de Agaete, y cosa que sé de antiguo, de cuando acampaba cada verano (36) en Gu-Guy.
... los tenemos entre nosotros, y nos vienen a matar las cabras. No se lo debemos permitir; vamos a obstaculizar esa matanza e impedir, aunque para ello nos cueste días por esas lomas, por nuestra tierra a defendernos como lo hicieron los guaches, que estuvieron casi un siglo de guerra para impedirles la conquista, no seamos como América, que los dejó entra como Mateo por su casa. No permitamos que cual otro Tenesor Semidán, el cabildo entregue a andaluces nuestro mejor y mayor tesoro: las cabras. Defendamos lo que es nuestro, y la envidia y aspiración de la ganadería mundial.
Son nuestras reservas, para cuando el pienso transgénico que les obligan a comer a las tabuladas o en explotaciones, a las que les prohíben el pastoreo libre, las tengamos para sustituir con sus crías a las que morirán, como sucede ya, que no cesan de morir. Sanas y libres de enfermedades las libres las tenemos que proteger y defender de los rifles que paga el cabildo para exterminarlas, y todo por un puñado de euros que les envía Bruselas, a la que han engañado haciéndoles creer que cuanto han forestado falsamente con dineros venidos de allá, y que emplean entre ellos y sus amigos, les dicen que las cabras se lo han comida, ¡mentira cochina!, y entonces Bruselas les pide que maten las cabras si quieren seguir recibiendo dinero (500,000,00 euros ensangrentados con sangre de nuestras mejores cabras).
Pongámonos a la vera de los tiradores, y con esta acción no violenta, no pegarán ni un solo tiro. Nos toca desplegarnos por la isla, por donde anden estos matones y quien los vea, lance la voz, para que podamos sumarnos.
El Padre Báez solicitando la movilización del pueblo, para defender a los pastores, dueños de dicha cabras, que sin tabular, las madres tienen cencerras y están marcadas, y no las pueden apañar, porque se mueren en el acto, como reconocieron en la reunión habida recientemente en el Valle de Agaete, y cosa que sé de antiguo, de cuando acampaba cada verano (36) en Gu-Guy.
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