... no se preocupen, no se trata de incendio alguno, sino de un juego por parte de los del cabildo, que queman lo que no dejaron comer a las cabras, y que ellas lo hubieran dejado más limpios que ellos, y sin alarma social por lo que más de cuatro, crearán se trata de incendios verdaderos, cuando serán y son controlados, y así en este entretenimiento multimillonario donde bomberos y otros gastan dineros que debieran redundar en la ganadería y en la agricultura, ellos, simplemente prefieren se lo coma el fuego, antes que las cabras, porque hierba hay por un tubo, para parar y cargar carros y carretas, pero lo dicho: ¡al fuego, que es muy divertido, y no a las cabras que lo llenan todo de cagarrutas biodiversificando lo que estos macacos ahora empiezan a quemar y durará más de medio año (ya tienen dos helicópteros en Artenara!), en lugar repito- de dejar se lo coman las cabras, cabras que matan y si es verdad ahora -cogidas por ellos (¡dineros tienen de sobra y para tirar-los)- nos las regalan, pero encima nos quitan el pasto, que es comida de otoño e invierno, mientras comen las hojas verdes del verano de árboles y hortalizas, pero, desgraciadamente, mientras no se cambie de política y de políticos, ¡es lo que tenemos!.
El cabildo para apañar las baifitas y no matarlas, no tiene medios, para presuntamente apagar un conato de fuego, o a alguien al quema dentro de un bidón de algo de retal, tiene dos helicópteros; pues ahora, ¡a volar!, ¡a volar!, y ¡a volar!, así que daremos de comer, cama, y sueldo a dos pilotos portugueses y a un mecánico portugués, en prevención por si ven humo por algún lado; mientras a rascarse la barriga, o a tener a punto los aparatejos esos, que si las cabras se hubieran comido la hierba -cosa que tienen prohibida- que vienen a apagar si ardiera se ahorraban un pastón, pero a base de multas a todo aquel desgraciado que haga algo, pagan a extranjeros y les sobra dinero para traer a quienes sigan matándonos las cabras. Así que desde abril, mayo, junio, julio, agosto septiembre, octubre y noviembre, vamos a darles de comer, cama, sueldo y gastar combustible por un tubo en tareas de observación.
El Padre Báez, que les repite: si ven fuego pegado en Las Cumbres, no se alarmen ni se asusten, se trata de fuegos controlados por personal del cabildo, que se divierten y hacen los que trabajan, sin hacer nada, sino calcinando la isla, matando la biodiversidad que las cabras expanden. ¡Fuerte desgracia, usted, que todo el mundo utilice los animales para limpiar el campo, y aquí al revés!: matan las cabras, y meten fuego por donde no las dejan entrar a ellas, porque dice se comen los endemismos, ¿y el fuego, no se come los endemismos? ¡Ah, babiecas del carajo!
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Fantástico lo de los hermanos sacerdotes, que te animan cantidad:
1. Don Francisco Martel:
Fernando, te deseo un buen día con paz y con fuerzas para ti en la lucha en favor de la naturaleza (...) hablando el Domingo próximo en el artículo de Canarias7, te nombro de paso en el tema de medio ambiente. Que tengas paz: Paco.
2. Don Juan Antonio Santamaría:
Lamentable lo del peligro de extinción de las cabras. Es la única leche que me sienta bien. Buena tarde,
Juan Antonio Santamaría Alonso – Sacerdote.
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