«Misión cumplida» en el valle de Darrah i Bum, dicen los mandos del puesto de combate más alejado
Badghis (Afganistán), 14 de marzo de 2012 / Defensa - Internacional / ASSOPRESS
Los legionarios retiran la placa colocada el 20 de marzo de 2011 cuando se inauguró oficialmente el puesto de combate avanzado (Cop, por su siglas en inglés) 'Hernán Cortés' en el valle de Darrah i Bum, al norte de la provincia de Badghis.
En las próximas semanas España dejará esta base para redesplegar a sus hombres en Muqur y Ludina (las otras dos cop españolas que se denominan Ford Ricketts y Bernardo de Gálvez respectivamente) porque «la misión está cumplida y ahora es el momento para que suba una compañía del Ejército Afgano y se haga con las riendas de la seguridad.
Es un primer paso del repliegue anunciado por la OTAN y, al mismo tiempo, un paso más en la transferencia de la seguridad a las fuerzas locales porque nosotros no vamos a estar aquí eternamente», apunta el coronel Demetrio Muñoz, máximo responsable de las unidades españolas en Badghis, provincia del noroeste bajo responsabilidad española.
En este año de trabajo intenso en el valle de Darrah i Bum España ha logrado «una burbuja de seguridad de unos seis kilómetros», señalan los mandos que recuerdan que «al comienzo los hostigamientos eran diarios, pero con el tiempo hemos logrado alejar a la insurgencia más allá de la ruta principal y de los núcleos urbanos».
Punto estratégico
Los soldados de la 'Hernán Cortés' retrasarán su posición 26 kilómetros hasta Muqur y ocuparán Ford Rickett, de donde salieron los últimos soldados de Estados Unidos el miércoles pasado. Los americanos continúan con su repliegue progresivo del país asiático, tal y como prometió el presidente Barack Obama, y en pocos días los únicos que quedarán en Badghis serán los que forman parte de la operación 'Libertad Duradera', casi todos Marines encargados de entrenar a la Policía Local y de realizar operaciones especiales al margen del mandato de la OTAN. «Muqur es un punto estratégico, un cruce de caminos donde queremos concentrar fuerza para dar seguridad a la Ring Road (carretera circular que une al país cuyo único tramo sin concluir es el que atraviesa la provincia española) y a la ruta Lithium (proyecto alternativo español a la Ring Road para llegar al norte de la provincia)», señala el coronel Demetrio.
A las puertas de la base de Muqur ya se ha establecido la base logística de la compañía turca que construirá la Ring Road. Junto a la protección de las rutas España también redoblará sus esfuerzos de preparación de las fuerzas locales en esta posición con la llegada de más mentores para Ejército y Policía.
En mitad de la nada
El puesto de combate 'Hernán Cortés' es la típica fortificación de la OTAN en suelo afgano construida en medio de la nada a base de muros de cemento y sacos terreros. Los hombres viven en tiendas de campaña y aunque han mejorado las condiciones de vida con el paso de los meses,están lejos del nivel de las grandes bases como Qala i Nao o Herat. «Aquí se vive la milicia en estado puro», piensa el joven capitán Francisco Bernal, responsable del puesto de combate.
La 'burbuja de seguridad' en el valle se ha logrado gracias al establecimiento de la cop y de nueve puntos de observación en la ruta principal. Los españoles se van, aunque seguirán realizando patrullas por la zona, pero se quedan las fuerzas especiales estadounidenses, el Ejército afgano y la Policía Local, «formada básicamente por miembros de la insurgencia que a cambio de un sueldo ahora han dejado de dispararnos», afirman los oficiales españoles. Esta figura de la Policía Local (también conocida como arbakia entre los afganos, término que hace referencia a las milicias de los distritos de etnia pastún) es la que Estados Unidos piensa establecer a lo largo de las distintas zonas por las que pase la Ring Road como estrategia para garantizar la seguridad de un proyecto prioritario para el gobierno de Kabul.
Los ingenieros estudian estos días el material que se quedará en Darrah i Bum y el que trasladarán hasta Ford Ricketts, en Muqur. «Estamos negociando con los afganos, pero básicamente les cederemos la estructura de seguridad y algunos servicios como el agua», informa el coronel Demetrio que insiste en el cumplimiento de la estrategia de la OTAN que «apuesta por reducir de forma progresiva la presencia de fuerza sobre el terreno y dejar que sean los afganos los que tomen las riendas».