El día 28 de marzo el Padre Solalinde da una charla en el Club La Provincia.
Es una persona que lucha por los derechos humanos.
Las Palmas de GC, 22 de marzo de 2011 | Charla | ASSOPRESS.
Alejandro Solalinde Guerra, 64 años
Coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano y director de un refugio para migrantes en Ciudad Ixtepec (Oaxaca), creado para ofrecer asistencia humanitaria a las personas migrantes en situación irregular que cruzan el estado mexicano desde Centroamérica para alcanzar su meta en EEUU. El Padre Solalinde ha condenado públicamente el trato que las autoridades mexicanas dan a estas personas en tránsito por su país, así como la violencia (violaciones, secuestro, extorsión) de que son objeto por parte de bandas de delincuentes locales. Por esta razón, ha sufrido hostigamiento y ataques por parte de miembros xenófobos de distintas comunidades de la zona, en su mayor parte alentados por las propias bandas y con la anuencia de las autoridades, las cuales apenas han hecho nada para protegerle ni para investigar las amenazas que ha recibido. Su vida corre peligro.
Al objeto de ofrecerle protección y de favorecer la difusión de sus denuncias, Amnistía Internacional ha incluido al padre Solalinde en su programa DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS, lo cual le permitirá recorrer, a lo largo de un año, diferentes ciudades españolas, ofreciendo conferencias y encuentros dirigidos a grupos y personas individuales sensibilizadas con el tema de los migrantes en México.
El próximo día 28 DE MARZO, a las 19:00 HORAS, en el CLUB DE PRENSA CANARIA de nuestra localidad, celebraremos una de sus conferencias.
El Grupo Local de AI de Las Palmas estará encantado de contar con su presencia, así como con la de otros miembros de su organización o colectivo profesional.
El mayor desafío que tengo que superar es el de la intimidación, el acoso y la falta de respeto constantes de personas que no quieren que lleve a cabo mi labor de ayuda a los migrantes. Muchas autoridades locales, bandas de delincuentes y traficantes de droga quieren librarse de los defensores de los derechos humanos; piensan que somos un obstáculo, porque no tienen valores firmes ni entienden la fe y los derechos humanos. A pesar de todos sus esfuerzos para impedirnos llevar a cabo nuestro trabajo, debemos continuar." (Declaración del padre Solalinde a Amnistía Internacional)