Telde (Gran Canaria), 26 de
junio de 2012 / Artículo de Opinión / Dárío López (*)
Durante el
mandato de Nueva Canarias, en la anterior legislatura, el Ayuntamiento de Telde
vivió una época de insumisión económica, al no lograr mantener ninguno de sus
presupuestos en vigor. Tal fue el descontrol y la desidia, que se apoderó del
ámbito financiero municipal, que fueron anulados todos sus presupuestos, uno
detrás de otro, el de 2007, 2008, 2009, y el de 2010, con toda probabilidad,
será anulado al ser una prórroga del anterior. Esto sucedía, casi siempre por
los mismos motivos, con lo que no fueron capaces de resolver ninguna de las
irregularidades detectadas, demostrando así el nivel político y la incapacidad
de gestión de Nueva Canarias. Es evidente que las complejidades de una gran
cuidad como Telde les quedaba grande.
No permitiré que Nueva Canarias nos intente marcar
el ritmo de la aprobación del presupuesto desde la oposición. Los ciudadanos se
cansaron de esperar por el presupuesto del ejercicio 2010, nunca llegó, ni tan
siquiera se molestaron en hacerlo. Los motivos que esgrimo son claros, por una
parte, continúan llegando expedientes de devolución de importes por proyectos
incorrectamente ejecutados o sencillamente no justificados a tiempo. De entre
ellos, destaca la información que se hizo pública en el último pleno a cuenta
de las devoluciones del plan FEILE, entre las que resalta la justificación de
los gastos sociales que debieron enviarlas el 31 de marzo de 2011. Es indudable
que no supieron gestionar estos dos planes Zapatero.
Por otra parte, las sentencias siguen llegando al
Ayuntamiento, teniendo su origen en el
notable desequilibrio financiero del Plan General de Ordenación Urbana aprobado
por Nueva Canarias cuando gobernaban, generando así el estrangulamiento
económico de la institución local.
A pesar de todo, esta institución tendrá
presupuesto para éste y para todos los ejercicios que estemos en el gobierno. Asimismo,
he pedido y justificado a la Alcaldesa aplazar la aprobación del presupuesto al
objeto de darle las mayores garantías al proyecto, habiendo reconocido el
retraso, puesto que tuvimos que rehacer la liquidación del ejercicio 2010. Me
explico, cuando llegamos al gobierno nos encontramos una liquidación en la que
decía que teníamos un superávit de unos 795.000€, cuando en realidad, y una vez
cuadrados lo balances, resulta que había un déficit de casi -5.000.000€.
Garantizo que en las próximas semanas podré
proponer el proyecto de presupuestos a la junta de gobierno, comenzando así el
trámite de aprobación.
(*) Director de Gobierno de
Economía y Hacienda