Valencia, 21 de abril de 2011 | Documentación - Ciencia | Gabinete de Prensa.
El pasado jueves día 17, en uno de lo informativos de la primera cadena de TVE, su presentadora, comentó con gran parafernalia mediática, que en un hospital barcelonés se había conseguido el “logro médico” de evitar que naciera un niño portador del gen BCRA1, gen que en la edad adulta puede predisponer a padecer
cáncer de pecho o de ovario. Hasta aquí la noticia, referida con la austeridad que merece un tan sin trascendencia hecho médico. Pero dada la difusión mediática que se le ha dado, creo que merece analizarla con mayor detenimiento.
Estos son los hechos y los comentarios que suscita:
1. El acto médico ha consistido en utilizar el diagnóstico genético preimplantacional para determinar si un embrión es portador del gen BCRA1, pues de ser así, en el futuro, podría predisponer a esa persona a tener mayor probabilidad, alrededor de un 50% más, de padecer un cáncer de pecho.
2. Es decir, en este caso concreto, no se está utilizando el diagnóstico genético preimplantacional para prevenir el nacimiento de un niño enfermo, como generalmente se hace, sino para prevenir que nazca un niño que tiene mayor riesgo de padeceruna determinada enfermedad.
3. Para conseguir este “logro médico” se fecundan varios ovocitos de la mujer portadora del gen en cuestión. Después, cuando dichos embriones tienen entre 6 y 8 células, se les extrae una para determinarcual de ellos es o no portador del gen patológico, implantando los sanos y desechando o congelando, que es prácticamente igual a desecharlos, los restantes. Si se lograra el embarazo, como así ocurrió, se produciría un niño no portador del gen BRCA1.
4. Aunque posteriormente incidiremos en ello, es ésta una práctica objetivamente eugenésica pues se seleccionan por razones de salud aquellos embriones a los que se les permitirá vivir, condenando a todos los demás a ser congelados o a morir.
5. Pero desde un punto de vista ético, el problema, aún es más negativo, pues se está utilizando el diagnóstico genético preimplantacional, con todas las dificultades morales que esta técnica conlleva, para tratar de evitar que nazca un niño portador del gen BRCA1, es decir, no un niño enfermo, sino un niño que solamente tendrá un 50 % de probabilidades de desarrollar un cáncer de pecho en su edad adulta.
6. Pero aun hay más, pues dados los avances de la ciencia ¿quién nos puede asegurar que dentro de cincuenta o sesenta años, momento en el que ese niño podría hipotéticamente desarrollar el cáncer, no contará la medicina con medios terapéuticos para tratar con eficacia esta grave enfermedad?
7. Por tanto, en el caso que aquí se comenta se ha terminado con la vida de un determinado número de embriones humanos para evitar que nazca un niño portador de un gen que, solamente en el 50 % de los casos, conducirá al desarrollo de una enfermedad, que con las medidas terapéuticas actualeses curable en más del 90% de las veces si se diagnostica a tiempo y que con los medios terapéuticos de los que sin duda
se dispondrán dentro de cincuenta o sesenta años, con toda seguridad lo será en le 100 % de los casos.
8. Pero además, el presentar como un logro médico una técnica, el diagnóstico genético preimplantacional, con más de una década de utilización habitual, que no ha añadido ninguna variante novedosa, y aun menos de puntera investigación médica, me parece una clara muestra de manipulación dolosa de la opinión pública.
9. Finalmente se ha presentado como una técnica que solo se utiliza en un reducido número de países, transmitiendo así el mensaje subliminar de que ello puede ser debido a su dificultad metodológica, por lo que llevarla a cabo en España sería ponernos al mismo nivel médico que los países más avanzados.
A mi juicio, es esta otra engañosa afirmación, pues el diagnóstico genético preimplantacional, como ya se ha comentado, se ha utilizado durante años en la mayoría de los países desarrollados, y el no aplicarlo para seleccionar embriones humanos con riesgo de padecer una enfermedad en la edad adulta, no se ha debido a dificultades técnicas, sino a que en la gran mayoría de los países desarrollados se condena esta aplicación “clínica” como carente de la más elemental legitimidad ética.
Termino, el que se haya comentado esta noticia ampliamente en la televisión pública y su posterior difusión en la prensa escrita, e incluso el que algunos medios de comunicación habitualmente favorables a la defensa de la vida humana la hayan comentado favorablemente, me parece un claro elogio de la eugenesia, pues el objetivo de la técnica en cuestión no es sino determinar que embriones son portadores de un gen que los pueda predisponer a padecer una enfermedad, para no permitir su gestación y nacimiento y si hacerlo con los sanos. Es decir, se trata de aplicar un criterio de calidad biológica para determinar el derecho a vivir de unos seres humanos, lo que claramente se puede calificar de práctica eugenésica