Estudiantes 'Pre-Parados' en el encierro de la ULPGC. / CANARIASINVESTIGA.ORG |
El colectivo Estudiantes 'Pre-Parados' y la ULPGC mantienen desde hace más de tres meses un pulso en torno al encierro de aquellos en el edificio de Humanidades
Las Palmas de GC, 6 de septiembre de 2012 / Estudiantes - Sindical / Daniel Delisau - canariasinvestiga.org
El pasado 30 de agosto, el colectivo Estudiantes Pre-Parados de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) cumplió 100 días del encierro en la Facultad de Humanidades para protestar contra el Real Decreto que introduce recortes en el sistema educativo y subida de tasas universitarias. La tensión entre la universidad y los estudiantes ha sido la nota predominante en este tiempo, y no se vislumbra de momento una solución a este desencuentro.
Entre 50 y 100 son los estudiantes que se han encerrado de manera permanente o rotatoria. Desde que comenzó el verano la afluencia ha sido significativamente menor, pero no han abandonado la facultad. "Ahora que se acerca septiembre nos reactivaremos y comenzaremos más protestas", comenta Abraham Santana, estudiante de Historia y miembro de la plataforma.
No han conseguido que se paralice la aplicación de la subida de tasas, pero si se les interroga sobre si han alcanzado sus objetivos, tienen muy clara la respuesta. "Hemos hecho ver que un grupo de estudiantes ha estado 100 días en una facultad mostrando su indignación y su descontento, y eso quiere decir que algo no está funcionando", explica Carlos Expósito, también universitario e integrante del colectivo.
Si en un principio la protesta se dirigía contra el gobierno central por la promulgación del Real Decreto-ley 14/2012, con el transcurso de los meses ésta se ha trasladado hacia la Consejería de Educación y la ULPGC, dos instituciones que, según los encerrados, no están haciendo lo suficiente para frenar la subida de las tasas universitarias. "Quien puede reaccionar contra esto es el propio Rector, porque en los estatutos de la universidad se contempla la autonomía económica, con lo que se puede parar la subida o aplicar algún tipo de medidas paliativas", opina Carlos.
Según el vicerrector de estudiantes de la ULPGC, Nicolás Díaz, no es así. "Esto es un decreto que regula el Gobierno, donde a las universidades se nos oye, pero nuestra postura no es vinculante. Una vez que la norma se aprueba, nos corresponde a todos aplicarla", explica.
Desde que el pasado 22 de mayo el Consejo de Gobierno de la ULPGC manifestase querechazaba "la forma y el fondo" del Real Decreto, esa oposición no se ha llevado a cabo de la misma manera entre los estudiantes y la universidad. "Compartimos la misma finalidad, pero no sé si a estas alturas encerrarse en la universidad es la mejor forma de encauzar la protesta", expresa Nicolás Díaz.
Pese a que han solicitado reunirse con José Miguel Pérez y José Regidor, Consejero de Educación y Rector de la ULPGC respectivamente, desde Pre-Paradosdicen no haber recibido ninguna contestación. "Si de verdad no están de acuerdo con la subida de tasas, ¿por qué no se reúnen con nosotros?", se pregunta Abraham.
Respecto a cómo puede afectar dicha subida en el número de estudiantes que se matriculan, Pre-Parados ha manifestado su alarma al afirmar que, en comparación con cursos anteriores por estas fechas, las preinscripciones han bajado un 25%. Sin embargo, desde la universidad no muestran su preocupación por ello. "A día de hoy tenemos cubierto el 80% de las titulaciones ofertadas, sin tener en cuenta los alumnos de septiembre. Sí puede ser que haya habido un descenso porque este año ha habido menos alumnos de PAU", matiza el Vicerrector.
Si bien la universidad no va a ceder y aplicará la subida de tasas, los alumnos encerrados tampoco, y aseguran que la acción es por tiempo indefinido. Preguntados por si ha habido intentos de desalojarlos por parte de la universidad, Carlos Expósito responde con una afirmación. "Utilizan las artimañas más viejas del mundo, desde que usamos material de la universidad hasta que destrozamos el mobiliario, pero estamos convencidos de que a partir de septiembre utilizarán tácticas más rudas". Sin embargo, desde el vicerrectorado se manifiesta una postura totalmente contraria. "Agotaremos todos los cauces de diálogo para intentar buscar una solución que los satisfaga a ellos y a la universidad", sentencia Díaz.