Palamós (Girona), 25 de octubre de 2014 / Cartas al Director / Xus D Madrid
Brasil celebra hoy la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Dilma Rousseff parte como favorita para la reelección frente a Aécio Neves, pero por estrecho margen. No hay grandes diferencias en los programas de ambos candidatos, que comparten la condición de herederos de dos líderes carismáticos, Lula Da Silva y Fernando Henrique Cardoso. La economía está siendo el tema estrella en esta campaña. El Partido de los Trabajadores, de Dilma y Lula, cuenta con el voto agradecido de millones de brasileños que han salido de la pobreza en los últimos años, pero la corrupción, los escándalos en la compañía estatal de petróleo y la ralentización de la economía han lastrado la imagen de la presidenta.
No obstante, da la sensación de que gane quien gane, la estabilidad política está asegurada en Brasil, y eso es ya una buena noticia. Ahora falta que el próximo gobierno lleve a cabo con decisión las políticas necesarias para no poner en riesgo la exitosa historia de crecimiento y reducción de la pobreza de los últimos lustros.