Las Palmas de Gran Canaria, 26 de septiembre de 2017 /Filarmónica - Música Clásica /
La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria inicia una nueva era con el debut como director artístico y titular del Maestro Karel Mark Chichon, que ofrecerá su primer concierto el sábado 30 de septiembre en el Auditorio Alfredo Kraus a las 20.00 h., nuevo horario de los conciertos de abono.
El programa dirigido por el Maestro Chichon, compuesto por obras de Noelia Lobato, Ludwig van Beethoven, Manuel de Falla e Igor Stravinski, define las líneas de sus propuestas para esta nueva época del conjunto sinfónico del Cabildo de Gran Canaria.
La apuesta por los compositores españoles actuales es parte fundamental de su agenda, de ahí la inclusión de Ariel, el espíritu del aire de la compositora sevillana Noelia Lobato (Sevilla, 1985), pieza que recibirá su estreno en España con la OFGC y cuyo título hace referencia al personaje principal de La tempestad de Shakespeare. La propia compositora afirma su intención de hacer “una reflexión sobre los aspectos estéticos que afectan al teatro de Shakespeare”, con atención especial a aspectos como “la dualidad arte y naturaleza, magia y realidad o, lo apolíneo frente a lo dionisíaco.
José Antonio Cabrera. ASSOPRESS
La Orquesta Filarmónica de Gran Canaria inicia una nueva era con el debut como director artístico y titular del Maestro Karel Mark Chichon, que ofrecerá su primer concierto el sábado 30 de septiembre en el Auditorio Alfredo Kraus a las 20.00 h., nuevo horario de los conciertos de abono.
El programa dirigido por el Maestro Chichon, compuesto por obras de Noelia Lobato, Ludwig van Beethoven, Manuel de Falla e Igor Stravinski, define las líneas de sus propuestas para esta nueva época del conjunto sinfónico del Cabildo de Gran Canaria.
La apuesta por los compositores españoles actuales es parte fundamental de su agenda, de ahí la inclusión de Ariel, el espíritu del aire de la compositora sevillana Noelia Lobato (Sevilla, 1985), pieza que recibirá su estreno en España con la OFGC y cuyo título hace referencia al personaje principal de La tempestad de Shakespeare. La propia compositora afirma su intención de hacer “una reflexión sobre los aspectos estéticos que afectan al teatro de Shakespeare”, con atención especial a aspectos como “la dualidad arte y naturaleza, magia y realidad o, lo apolíneo frente a lo dionisíaco.