Puerto de la Cruz (Tenerife), 24 de agosto de 2014 / Artículo de Opinión /Isidro Cedrés (*)
En la Av. De Colón bajo el Martina y el Beatriz Atlantis, donde antaño se encontraba el Café Columbus, el lugar con más ambiente de toda la costa portuense, han cambiado mucho las cosas y no para bien, desaparecido el Columbus desparecieron también los aseos que habían y no solo arriba en la discoteca, o abajo en la cafetería sino también por debajo junto al mar para uso de bañistas.
Veríamos un tiempo después a un barco dragador/aspirador robarle unas toneladas de arena a la playa del Socorro para que a falta de espigón adecuado, el tiempo de La Palma ese invierno se la llevara toda, sin problemas y sin sonrojarse lo más mínimo, los responsables hacen volver al barco y ésta vez el espigón crece un poco más “que el contribuyente paga”. Construida ya la playa se hacen unos paseos a modo de puente colgante con acero y caras maderas brasileñas, y se construye una cafetería en la avenida con unos modernos baños en el sótano.
Sin pasar mucho tiempo el paseo colgante de acero y raras y caras maderas brasileñas desaparecen, y para más inri también lo hacen las instalaciones de la cafetería, pero el colmo de todo está en que los escombros de la obra fueron enterrados en el sótano “en los cuartos de baño” que los bañistas de la playa podrían tener y no tienen, los bañistas que han de ir a evacuar sus necesidades entre los tarajales y el hueco del puente del barranco, bañistas entre los que se encuentran “los contribuyentes” que han pagado por todos esos enormes gastos junto a los turistas que han de llevar el mensaje de que a esa playa no la limpian nunca y donde se amontona una enorme cantidad de basura no solo en la papelera sino en el suelo a su alrededor, turistas que contarán que este no es como otros lugares de Tenerife un lugar limpio.
(*)ANC Puerto de la Cruz