Las Palmas de GC (Canarias), 15 de septiembre de 2014 / Artículo de Opinión / Juan Carlos Cárdenes Domínguez
El nacionalismo
catalán es un monstruo envalentonado y desbocado. Lo último es vender la
independencia puerta a puerta. La verdad es otra, es más dura, más sutil, más
desgarrada y sobre todo brutalmente aterradora. La verdad es hacer un censo de
partidarios y no partidarios de la independencia para excluir y represaliar a
los no partidarios de la secesión. En cada puerta se deja la tarjeta de visita
o advertencia de “sabemos quién eres y donde vives”. Es el terror a domicilio.
Estamos ante un
Estado de la represión y de la represalia, de la exclusión física de los no
independentistas. Desde hace años las personas que no eran cerrilmente
catalanistas han sido perseguidas, se les aplicaba el acoso o mobbing hasta
aburrirlos y obligarles a marcharse de
su propia tierra. Todo en nombre de la Democracia.
Los nacionalismos
son devastadores, en particular los nacionalismos localistas son literalmente aterradores,
con el demoledor agravante de su miopía atrofiante, y delirante.
El ser humano no ha
sabido encontrar un compromiso de convivencia entre personas y grupos de
pensamiento diferente, la esencia democrática es la convivencia constructiva,
desgraciadamente, una asignatura pendiente de la Humanidad en su conjunto, y en
todos los órdenes, estamos ante una asignatura pendiente para todos.
Lo aterrador de la
venta de la independencia puerta a puerta es la exclusión física de los no
partidarios, primero la exclusión y la represalia, más tarde incluso la
eliminación física, que es final, y no es teórico, es real, lo estamos viendo
con el Estado Islámico, la muerte previa tortura de los no iguales. Estamos
retrocediendo, culturalmente, al canibalismo.
La independencia
puerta a puerta es el censo del terror y de la represalia. La venta de la
independencia de Cataluña puerta a puerta es un crimen contra la Humanidad. La
puerta a puerta significa: sabemos quién eres y donde vives, no te puedes
esconder. En otros lugares ha sido llamada limpieza étnica.
(*) Ldo. Derecho, Máster Turismo y MBA