Valladolid (España), 25 de septiembre de 2014 / Cartas al Director / Josefa Romo Garlito
La paralización de la reforma del aborto, conlleva el seguimiento del PP a ZP en lo que va la vida; pero el Ministro de Justicia no se ha manchado y se ha marchado dejando huella. El Sr. Ruiz Gallardón será reconocido como referente en la lucha por los derechos humanos.¿Será verdad que la mayoría de los políticos tienen ambiciones pero no conciencia? ¿Habrán ganado los que, en nombre de una mal entendida libertad, pretenden continuar eliminando, con impunidad, la vida de miles de niños mientras esperan su nacimiento?.
La batalla por la vida no está perdida: la cultura de la vida está cada vez más presente en nuestra sociedad, y son muchos los que entienden que "la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente es siempre gravemente inmoral"( San Juan Pablo II). Con la muerte, nadie gana algo que merezca, de verdad, la pena: el metal y los votos cuando se adquieren mercadeando con la vida, son basura que mancha. A la ley de aborto se le pueden aplicar las palabras del filósofo: « Cuando una ley está en contraste con la razón, se la denomina ley inicua; sin embargo, en este caso deja de ser ley y se convierte más bien en un acto de violencia » (Sto. Tomás de Aquino).