sábado, 21 de enero de 2012

De Guindos: la consolidación fiscal tiene que ser compensada con reformas estructurales

Madrid, 21 de enero de 2012 / Economía / Expansión.

La consolidación fiscal junto con un audaz plan de reformas estructurales es fundamental para reavivar el crecimiento económico en España, al que la crisis ha castigado con más dureza que a otros países de nuestro entorno dados los desequilibrios domésticos, afirma el ministro de Economía, Luis de Guindos, en WSJ. Esboza la reforma laboral incidiendo en dos tipos de contrato, menos negociación colectiva y políticas proempleo.

"Entendemos perfectamente las razones que han llevado a nuestro país a alcanzar unas escandalosas cifras de paro -el 22,9% de la población activa el pasado mes de noviembre- y como consecuencia, sabemos qué tipo de medidas tenemos que adoptar con urgencia para revitalizar la economía, generar empleo y mantener un crecimiento sostenible", señala De Guindos este viernes en un artículo publicado en The Wall Street Journal y titulado Nuestro plan para reanimar España.

«También somos conscientes de las consecuencias a corto plazo que tendrá el plan de ajustes necesario para lograrlo. Y lo que es más importante, tenemos el firme compromiso con los ciudadanos de tomar las medidas que sean necesarias para salir de esta situación».

Tanto la población española como los Gobiernos nacional y autonómicos son parte fundamental de esta tarea y son conscientes de lo cruciales que van a ser los próximos meses para dilucidar nuestro futuro y nuestro papel en la Unión Europea. La tarea es ambiciosa: por un lado, tenemos que consolidar el plan de reforma fiscal que hemos comenzado para cumplir con nuestros objetivos de reducción del déficit. Por otra parte, tenemos que perseguir el crecimiento con reformas estructurales.

La consolidación fiscal no es una alternativa: es un requisito indispensable para poder recuperar la confianza de inversores y mercados en nuestra situación macroeconómica y la sostenibilidad de nuestras cuentas públicas, así pues, tenemos que alcanzar unos niveles razonables de deuda tanto en el sector privado como en el público.

Estas son las razones por las que nuestro presidente Mariano Rajoy decidió poner en marcha un duro paquete de medidas de recortes de gasto y aumento impositivo apenas unos días después de tomar posesión de su cargo: eran necesarias para compensar la inesperada desviación del déficit de 2011 hasta el 8% desde el 6% inicialmente previsto.

De Guindos reconoce en el rotativo que «sabemos que son iniciativas impopulares y que no han sido bien recibidas; pese a ello, tienen el respaldo de la mayoría de nuestro Parlamento. España ha sido el primer país europeo en cambiar su Constitución para poner límites al gasto público y contener el déficit; una medida que tomó en septiembre el anterior Gobierno socialista y que contó con el apoyo incondicional del Partido Popular, por entonces en la oposición.

El ministro explica que se está desarrollando una ley que reforzará este nuevo principio constitucional y que se promulgará antes del 31 de marzo y para imponer por primera vez en democracia límites de gasto a todas las entidades públicas del territorio nacional, incluyendo la Administración General del Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos y corporaciones locales.

«El sector público, en su totalidad, no podrá superar un déficit estructural de más del 0,4% del PIB o acumular débito por más del 60%». España, subraya, será el primero de los países miembro de la Unión Europea en introducir en su legal los principios de gobierno económico acordados en Bruselas.

Las reformas estructurales serán esenciales para compensar el impacto de los ajustes de consolidación fiscal, señala. «En la unión monetaria, son instrumentos fundamentales de las autoridades nacionales para dar alas al crecimiento y al empleo. Entre ellas, poner a punto el mercado laboral y el sistema financiero será decisivo.

El ministro esboza la reforma laboral: un único contrato flexible y otro a tiempo parcial

La reforma laboral que propone Guindos se basa en dos tipos de contrato, menos negociación colectiva y políticas proempleo. «La reforma del mercado de trabajo persigue un simple, pero crítico, objetivo: alentar la creación de puestos de trabajo y la productividad para fomentar la competitividad de las empresas españolas y de la economía en su conjunto. Para conseguirlo, la nueva legislación tiene que eliminar varias debilidades y defectos: "El sistema de negociación salarial ha sido "una de las principales razones" que han provocado la pérdida de competitividad que ha sufrido España la última década".

"España cuenta en su legislación actual con casi 40 tipos de contrato de trabajo, algo que habrá que simplificar en un único contrato a jornada completa con cláusulas comunes para todos los nuevos trabajadores, y otro para fomentar la contratación a tiempo parcial", detalla Guindos en WSJ. El Gobierno también promoverá nuevas políticas activas de empleo tanto para parados como para trabajadores en activo que agilice la recolocación de capital humano en sectores de alto valor añadido.

También hace referencia a la reforma del mapa bancario, que obligará a las entidades financieras a incrementar sus provisiones para cubrir la perdida de valor de activos, como los relacionados con el sector del ladrillo. De Guindos asegura que el dinero recaudado por impuestos no será utilizado para financiar requerimientos adicionales que se hagan en este proceso de reestructuración bancaria, es decir, que como ya había avanzado, el Gobierno descarta, de momento, crear un banco malo.

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