Torroella de Montgrí (Girona), 1 de mayo de 2014 / Cartas al Director / Lluis Esquena Romaguera.
Los misioneros nos han enseñado a lo largo de la historia la forma del primer anuncio del Evangelio. Un anuncio que ha hecho posible el encuentro con las culturas y la fecundidad y el progreso de los pueblos. Ahora que es necesario hacer un primer anuncio en las sociedades cansadas de Occidente, que confiesan estar de vuelta de todo, no está de más que los que han dedicado su vida a la presencia de Cristo y de la Iglesia en los territorios más extremos nos recuerden que el Evangelio es siempre fuente de humanización integral de las personas y de los pueblos. Como recodó el Papa Emérito, Benedicto XVI, el dinamismo misionero está vivo “si cuenta con la alegría del Evangelio, si formamos parte de la experiencia del bien que procede de Dios y que quiere y debe ser comunicado”.