SALT (Girona), 17 de noviembre de 2014 / Cartas al Director / Jesús Martínez Madrid
Este fin de semana se han reunido en la ciudad australiana de Brisbane, los Jefes de Estado y de Gobierno de los países más poderosos del mundo, junto a los llamados emergentes, agrupados en el conocido G-20. Esta “cumbre” periódica de los principales líderes mundiales, se diseñó hace 25 años como un foro de cooperación y consultas sobre la marcha de la economía mundial, lo cual no ha impedido la grave crisis que padecemos precisamente como consecuencia de los fallos del sistema financiero. No puede decirse, por tanto, que el objetivo de velar por la estabilidad económica se haya alcanzado, aunque no deja de ser positivo que estas reuniones se mantengan, en la medida de que no es posible cruzarse de brazos ante los problemas económicos que nos acucian y de los que se derivan muchas consecuencias indeseables.
