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miércoles, 16 de julio de 2014

IMFORME SOBRE SITUACIÓN DEL RECICLAJE DE RESIDUOS EN TENERIFE (Julio 2014)


Tenerife (Canarias), 16 de julio de 2014 / Informes - Plataforma ciudadana / Gabinete de Prensa.

Hace un año que el Cabildo de Tenerife puso el grito en el cielo lanzando graves acusaciones contra la Ecoembes, entidad responsable del sistema integrado de gestión de envases y embalajes, no sólo afirmando que ésta era la culpable de los paupérrimos índices de reciclaje que padecemos en esta Isla sino, lo que es incluso más grave, poniendo en duda los datos que ésta ofrecía, lo que en la práctica constituye una acusación con potenciales consecuencias legales de importancia.
Sin embargo, el pasado 10 de junio no sólo esas diferencias se habían superado sino que, por primera vez en muchos años, el Cabildo de Tenerife y Ecoembes ofrecían una rueda de prensa conjunta en la que llegaron a afirmar (y así consta en notas de prensa y otras fuentes) que la población tinerfeña había mejorado el reciclaje de residuos en un 53% entre 2012 y 2013. Dato que, sin aclarar nada más, ha sido mantenido por los responsables del Cabildo en varias intervenciones públicas posteriores (Anexo I).
Pues bien, lo datos de reciclaje de Tenerife a día de hoy, lamentablemente, nos siguen situando a la cola no sólo del Estado español sino de toda Europa, y entre 2012 y 2013, en líneas generales, habría que hablar de estancamiento cuando no de un descenso generalizado en los índices de reciclado. Esto sin hacer ningún tipo de especulación sino basándonos en los números que ofrece Ecoembes o Ecovidrio, así como el Cabildo como administración responsable.
En el año 2010 el Gobierno de Canarias llevó a cabo, mediante amplio muestreo, la última caracterización oficial de lo que contienen las bolsas de residuos domésticos en Canarias. Caracterización con la que no está (ni ha estado nunca) conforme Ecoembes porque considera que la presencia de envases, de cuya recuperación es responsable en función de una multimillonaria tasa de reciclado que ya hemos pagado los consumidores al comprar el producto y que ellos gestionan, es bastante menor que la que sale de la caracterización que lleva a cabo el Gobierno (Tabla A y Anexo II) .


Tabla A. Fuente: Cabildo de Tenerife. Elaboración propia
De este modo, según Ecoembes en Tenerife tendríamos, por centrarnos en un caso significativo, un 13 por ciento de presencia de envases en nuestro cubo de residuos; mientras, para el Gobierno de Canarias, esta fracción representa el 22 por ciento. Lo que para el caso de Tenerife, y refiriéndonos al volumen total de residuos urbanos generados (480.000 toneladas), significaría que en 2013 según Ecoembes habríamos generado 62.400 toneladas de envases mientras que para el Gobierno esta cantidad se elevaría a 105.600 toneladas.
Pero independientemente de esa considerable discrepancia, lo que sí está claro es que el pasado año los ciudadanos de Tenerife depositamos en el contenedor amarillo 5.612 toneladas de envases (un 0,2 por 100 más que el año anterior), con un 20 por ciento de impropios (esta cifra de impropios podría ascender a 35 por ciento según datos publicados por el Cabildo) que fueron a vertedero directamente. De este modo, basándonos en la caracterización oficial del Gobierno, se habrían reciclado efectivamente entre 3.613 y 4.489 toneladas, que representan apenas el 4,2 por ciento de todos los envases contenidos en los residuos, siguiendo el mejor supuesto de bajo rechazo. Este porcentaje se incrementaría hasta el 7,1 por ciento si nos fiamos de las cifras que ofrece Ecoembes (parte interesada). Y a todas estas, ya empieza ser tarde para alcanzar el más de 50 por ciento al que nos obliga la Unión Europea y que ha sido ya ampliamente superado en buena parte de Europa.
¿De dónde sale, entonces, esa fabulosa cifra que pregona el Cabildo de un 53 por 100 de aumento en el reciclaje en un solo año, si estamos peor en papel-cartón y vidrio y estancados en envases?
Pues aunque el Cabildo no termina de aclararlo bien, todo indica que tanto Ecoembes –de forma insólita– como el Cabildo han echado mano de los resultados de la planta mal llamada todo-uno (antítesis del reciclaje) para inflar unas cifras que en lo referente a envases y embalajes deberían avergonzarnos: porque no sólo es un fracaso que el 95 por ciento de nuestros envases acaben en el contenedor de resto sino, lo que es más grave, que en todo caso se trataría de estarle maquillando las cifras a Ecoembes con nuestros impuestos y tasas de un prometido reciclaje que ya los consumidores hemos pagado mediante el sistema integrado de gestión, tal y como estableció la Ley 11/1997 de Envases y Residuos de Envases. En esta norma quedaba claro que, ya fuera mediante el sistema integrado de gestión o mediante el sistema de retorno, eran los productores los que debían asumir los costes del reciclaje de los envases. Estos productores se asociaron para que Ecoembes asuma esa responsabilidad en su nombre, cosa que en el caso de Canarias se aleja bastante más de lo razonable de lo que ocurre en la realidad.
Por eso, en absoluto se puede considerar parte del reciclaje al que está obligada Ecoembes, y que se refiere a envases y embalajes, la pequeña cantidad que recupera el Cabildo en la planta todo-uno y que en absoluto –debido sobre todo a su malísima calidad al estar contaminados por la mezcla con el resto de los residuos– cubren los costes de esta operación que entre el año 2012 y 2014 ha disminuido su efectividad hasta unos índices verdaderamente escandalosos (Tabla B).
Tabla B. Fuente: Cabildo de Tenerife. Elaboración propia. Obsérvese que hasta en la única fracción, acero, que mejoró globalmente los datos empeoraron después del despido masivo

Efectivamente, como se puede observar en la tabla anterior donde se confrontan los tres primeros semestres de 2012, 2013 y 2014 (por ser los datos comparables disponibles a fecha de julio de este último año), por cada mil kilos de residuos en masa que entran en la planta todo-uno de Arico se han desplomado drásticamente los kilos de materiales recuperados de cada fracción relacionada con los envases. Se puede constatar también que el descenso más espectacular se produce en los dos últimos semestres analizados, lo que coincide exactamente con el aumento de la automatización y el despido de 28 personas muy experimentadas que trabajaban en esa planta, el cual se verificó el 31 de diciembre de 2013.
Por lo que respecta a otro tipo de residuos, la recuperación de vidrio ha desaparecido casi por completo; la de papel y cartón se ha reducido casi un 60 por ciento; y la caída en el reciclaje de briks se acerca a un 50 por ciento. Con la única excepción del acero (que mejoró globalmente pero con un empeoramiento también en este año con respecto a 2013), ninguna de las demás fracciones evidencia mejora alguna pero, sin embargo, tanto el Cabildo como Ecoembes se han aliado para vender a la sociedad tinerfeña una mejora del 53% en el reciclaje que para nada se corresponde con la realidad.
El juego malabar que han utilizado esta vez tiene que ver con el hecho de que en 2012 pasaron por la planta todo-uno de Arico un total de 106.000 toneladas de residuos (una quinta parte aproximadamente de los que se generaron pero que fueron directamente a vertedero). En 2013, sin embargo, la puesta en marcha de nuevas líneas hizo que entraran en la todo-uno 351.000 toneladas, con lo que aunque en general el rendimiento bajó (no tanto como en el primer semestre de 2014 donde el desplome ha sido brutal) obviamente el volumen de materiales recuperados aumentó como no podía ser de otro modo.
Pero lo cierto es que en 2013 de las 351.000 toneladas que entraron en la todo-uno en 2013 resulta ser que 177.000 toneladas fueron separadas como materia orgánica que, con una cantidad de impropios que debe rondar el 50% en peso fue a parar íntegramente al vertedero de Arico, sin que ni un solo gramo fuera recuperado para la elaboración de compost ni nada por el estilo.
Otras 140.000 toneladas se fueron también al vertedero en forma de rechazo, junto con las 2.700 toneladas de plástico film que acabaron también enterradas en Arico, después de haber sido separadas, por falta de salida en el mercado. Si a eso sumamos pérdidas nos encontramos que casi el 95% de los residuos que entraron en la planta todo-uno de Arico fueron a parar al vertedero sin que se llevara a cabo reciclaje alguno. Datos que, por el camino que llevamos, empeorarán drásticamente en el 2014 puesto que en el mes de junio el índice de reciclaje (que en algún momento llegó a rozar el 7%) se situó por debajo del 4% por primera vez en su historia (Ver datos completos al final).

Cuando los políticos van a hacerse la foto a la todo-uno de Arico las condiciones de trabajo son muy distintas a las que se observan cuando salen de allí las cámaras de televisión

En estas condiciones es absurdo plantear que de esos residuos mezclados se pueda sacar nada para el reciclaje

En definitiva, lo que vienen a poner de manifiesto los datos es la lamentable manipulación que ha llevado a cabo el Cabildo, con la sorprendente y peligrosísima colaboración de Ecoembes en un hecho sin precedentes, puesto que tal y como establece la legislación vigente en materia de envases y residuos de envases, el reciclaje de éstos se hace posible con la separación en origen de los mismos, por la que ya hemos pagado los consumidores en el momento de la compra del producto. Así o mediante un sistema de devolución y retorno que, siendo un sistema mucho más razonable y eficaz y de amplia aplicación en Europa, es rechazado sistemáticamente por Ecoembes como empresa representante de los intereses de los grandes productores que    legalmente son los responsables del reciclaje de los envases que generan.
De ahí la gravedad del hecho de que se pretendan incluir en las estadísticas de reciclaje a la que están obligados estos productores, y por tanto Ecoembes, unas paupérrimas cantidades de envases que se consiguen recuperar en estas plantas que no han sido financiadas por la empresa responsable ni lo que pagan por esos envases cubre, ni de lejos, los gastos que representa recuperarlos. Vamos, que los ciudadanos estamos pagando un reciclaje dos veces para que ellos mejoren mínimamente sus estadísticas.
El objetivo de Ecoembes y del Cabildo, no sólo por imperativo legal sino por sentido común, ha de ser el de conseguir que los envases vayan al contenedor amarillo y el cartón el vidrio al azul y verde respectivamente, que para eso estamos pagando de antemano por ello. El confundir a la sociedad haciéndole creer que lo que no separamos en casa lo van a conseguir separar ellos milagrosamente en Arico no sólo es falso sino que  va en contra de los intereses de los ciudadanos que vamos a pagar dos veces por un solo servicio. Y de este modo hay que denunciar el grave paso en falso que ha dado Ecoembes en Tenerife intentando atribuirse como éxito unos números que no son otra cosa que la muestra evidente de un rotundo fracaso puesto que de cada 100 kilos de envases que se generan en Tenerife no llegan a cuatro los que son recuperados por el sistema integrado de gestión (contenedor amarillo) en la planta de clasificación de Arico, si descartamos los impropios. Datos que no sólo cuestionan completamente el sistema sino que, además, dan cuenta de una gran muestra de irresponsabilidad cuando ya hoy en día deberíamos haber superado el 50% y la Unión Europea va camino de exigirnos un 80% de recuperación en 2030, a la vista del proyecto de directiva presentado el pasado 2 de julio.

Se ha recogido en el contenedor amarillo un 0,2% más de envases entre 2012 y 2013. Pero ojo, porque esas 15 toneladas podrían proceder de La Gomera (que se incorporó a mediados de 2012 o al aumento de impropios, que es práctica habitual recurrir a residuos mezclados para mejorar índices)



Descenso del 1,7% entre 2012 y 2013. De un 16,7% desde 2008


Por primera vez en la historia la recogida de vidrio en Tenerife descendió de un año a otro. Concretamente 135 toneladas menos, un 1,27 por ciento de descenso que nos puso a la cola del Archipiélago en reciclaje de vidrio por habitante pese a la importancia del turismo en la Isla. Mientras un majorero recicló 35,9 kg de vidrio por habitante un tinerfeño se quedó en 11,7 kilos (tres veces menos).


ANEXOS
(I)

(II)
DATOS COMPLETOS TODO-UNO 2012-2014

miércoles, 18 de junio de 2014

Una plataforma ciudadana precintó públicamente el primer minipunto limpio de Tenerife inaugurado pasado jueves por Carlos Alonso

Considera que la misma supone un riesgo para los usuarios por no encontrarse debidamente normalizada y que, además, incumple radicalmente las previsiones del PTEOR.

Tenerife (Canarias), 18 de junio de 2014 / Medio ambiente / Gabinete de Prensa.

La Plataforma Ciudadana la Incineración No es la Solución, constituida por numerosos colectivos ambientalistas, políticos y sindicales y que se presentara por primera vez en público hace dos meses, procedió este martes al precinto simbólico del primero de los 150 minipuntos limpios que el Cabildo de Tenerife, junto con el Ayuntamiento de Santa Cruz, inaugurara el pasado jueves en las puertas del colegio El Chapatal. 

En rueda de prensa dieron a conocer las características que según el Plan de residuos debían reunir estas instalaciones, inicialmente previstas para entidades de población de menos de 5.000 habitantes (lo que constituiría el primer incumplimiento al haberse instalado en el centro de Santa Cruz). Y es que para esta Plataforma lo que ha instalado en Cabildo más que un ‘minipunto limpio’, que habría de estar vallado y perfectamente controlado su uso sólo para particulares y sin acceso para vehículos o empresas, es un gigantesco contenedor que, además, debido a su “chapucero diseño” representa un gravísimo riesgo para la seguridad de los usuarios, especialmente niños si tenemos en cuenta que se encuentra a la entrada de un 
colegio.

Según el PTEOR (Plan Territorial Especial de Ordenación de los Residuos del año 2009) en Tenerife debía haber 18 puntos, del tipo de los que conocemos hoy en día, y hasta la fecha sólo disponemos de seis anteriores al PTEOR y otros dos más que se inauguraron en la anterior legislatura siendo Wladimiro Rodríguez Brito el responsable de residuos. En total faltan 10 para completar esta red además de siete plantas de clasificación de voluminosos, en otras tantas plantas de transferencia, y 150 minipuntos limpios previstos para entidades de población inferiores a 5.000 habitantes.

Para este colectivo ciudadano el acto protagonizado por Carlos Alonso y José Manuel Bermúdez el pasado jueves en la capital tinerfeña, inaugurando como ‘minipunto limpio’ lo que no es sino un gigantesco contenedor extremadamente peligroso y sin sentido alguno, da claras muestras de hasta qué punto nuestras autoridades están comprometidas con un plan de residuos que hacía aportaciones importantes para salir del lamentable impás en el que nos encontramos y que nos coloca a la cola de la Unión Europea en materia de reciclaje de residuos.

Después de hacer varias demostraciones prácticas, el colectivo procedió al sellado simbólico del contenedor y a la colocación de carteles que advertían del riesgo de cortes o heridas por aplastamiento, dada la fuerza con la que se desploman las compuertas de acero que no disponen de unos sistemas mínimos de retención. Así mismo pusieron de manifiesto que dicha instalación carecía de receptáculos para residuos importantes como las bombillas de bajo consumo, tubos fluorescentes o aerosoles cuando, por otro lado, recepcionaba textiles o aceites domésticos cuando existían contenedores específicos a 20 metros, en la esquina de la misma calle. Muestra evidente la falta de planificación y el carácter propagandístico de esta acción que, sin embargo, sí provoca un efecto contraproducente en la concienciación necesaria de los ciudadanos que ven defraudadas las expectativas que de buena fe ponen y que se ha demostrado estos días, aunque cometiendo errores graves debido a la elocuente falta de información eficaz a los vecinos.