sábado, 17 de abril de 2010

Nuevos Cristianos, Viejos Fariseos

Santa Lucía, 17 de abril de 2010 |Opinión |Pablo J. Rodríguez Monroy. (*)

Tiempo de Cuaresma, oportunidad temporal para la Conversión, para hacer del discurso personal y hasta político una apuesta por el Ser Humano; centro de convergencia y fundamentación (no fundamentalista) de toda actividad que se precie de ser eso, Humana. Dicen los creyentes que es también momento para el Perdón, posiblemente porque alguno de los mismos necesitan de tal generosidad por parte de los que han sido condenados de palabra, obra u omisión desde la sede central del partido en el que militan. Desde el teatro romano comida de los leones, algo más tarde pasto de las llamas inquisitorias y recientemente diana de los nacionalistas que han afiliado a Jesús de Nazaret, sin su permiso, a su gendarmería persecutoria que a modo de Cruzada intenta imponer la Voluntad de “Dios” en su municipio.

Su líder, escaso en retórica dialéctica y clarito como el agua en su diccionario habitual al uso de la época, les definió antes de que ellos le incorporaran a filas, posiblemente porque conocía de forma anticipada y premonitoria de su capacidad de perversión, como sepulcros blanqueados por fuera pero llenos de carroña y podredumbre en su interior. Por eso, Él mismo de forma acertada decidió retirarse al desierto y renunciar al poderío absolutista de la democracia descarnizada excluyente, cosa que no conocen los que gestionan el gobierno municipal de Santa lucía a su auto-antojo (autogestión en lenguaje nacionalista al uso de esta época de Santa Lucía).

Cuarenta días fueron necesarios para encajar la traición que se avecinaba por simplemente Ser Digno… Y ya van para cuarenta años que los nacionalistas de Santa Lucía llevan con la actividad mesiánica de construir una Ciudad para Vivir (evidentemente para vivir sólo los que ellos quieren, los que piensan o hacen como su santa y divina voluntad concibe por obra y gracia…). La sentencia estaba firmada, y no precisamente por la justicia dominante del poder centralista (en aquella ocasión residente en Roma), sino por los que le conocieron y vivieron con Él, por sus “amigos”, por los mismos de su pueblo, por esos que dicen defender lo propio, lo autóctono y hasta osan hablar de solidaridad internacional, como si tan noble valor necesitara de adjetivación para cotizarse en bolsa.

El patíbulo estaba diseñado, y la ejecución de la sentencia no se hizo esperar tanto como otras que se dilatan en el tiempo por si el azar pudiera obrar milagrosamente en su favor y el reo se extinguiera. A Él como a mí tampoco le permitieron la incorporación, aunque eso sí, yo conservo aún la esperanza de que, tal como le ocurrió al Personaje Bíblico, algún objeto, aunque sea de naturaleza vegetal (Phoenix Canariensis), pueda despertar la conciencia y volver a mi puesto de trabajo.

El final ustedes lo conocen: los clavos, la corona, la cruz… la ignonimia que celebrarán en breves horas aquellos que se han apoderado de la verdad e intentan evangelizar desde el fariseísmo idiosincrásico que les caracteriza sin entender que el prójimo es el que está muy próximo, en ocasiones en su propia administración o lugar de trabajo, y que puede que hasta piense distinto, lo cual siempre es de agradecer para el enriquecimiento de la pluralidad y la instauración del paraíso en la tierra… prometida.

Ellos son los Nuevos Creadores de las modernas formas de extinguir la voz del que disiente, aunque prodiguen su generosidad para dar “Voz a los Sin Voz”. Se oponen a las armas y guerras, a la esclavitud infantil, a las dictaduras que no son de su tipología o perfil, pero por el contrario cuidan la Estética de la Ejecución y el escenario de la misma optando por, dejando indemne el cuerpo sin sangre visible, fusilar el Alma con su ortodoxa praxis y avanzadas técnicas de exclusión; son auténticos diseñadores de muertos vivientes con cuyos votos no cuentan, porque en su paraíso no se puede comer del fruto prohibido, Libertad, ya que pueden quedar al desnudo como su padre Adán, aunque también cultivan con sus frondosas hojas de parra y de palmeras de la vergüenza por si hubiera que esconder sus formas íntimas… sin considerar que igualmente se le ven sus partes… malas.
Lo que no deben sospechar estos señores, aunque la profesen, es que la resurrección está íntimamente ligada al sacrificio, y que más temprano que tarde la losa será rodada por la propia dinámica natural y aquello que creían muerto, desaparecido, se presentará en su conciencia y entonces desearán la inmolación de la Cruz, en esta ocasión no por dignidad, sino por la misma razón por la que Judas acabó mal.

Y es que los que se autodenominan cristianos nacionalistas de la estirpe NC (Nuevos Cristianos), solidarios con el mundo internacional y alejados de lo local, están de carnaval, su carnaval de Semana Santa, sin saber que a Dios no se le esconde Nada.

Aquí también puede ser que esté la razón por la cual las iglesias están cada vez más vacías, y es que el Templo no debe ser utilizado para el mercadeo político, para la apariencia ni el desfile procesional que a modo de Cibeles sirva de pasarela política. La presencia de los pseudocristianos NC espanta, desmotiva, echa fuera a los más humildes y sencillos que deberían ser los verdaderos beneficiarios de la fe, pues no les queda más recurso.

Quedo a la espera de la resurrección de sus víctimas, porque eso sí lo prometió Jesús de Nazaret.

Feliz Pascua para los que han hecho la pascua.
 
(*) Delegado de UGT en el Ayuntamiento de Santa Lucía

No hay comentarios: