La apicultura es un aprovechamiento tradicional autorizado que además favorece la propagación de la flora endémica del Parque
Canarias, 27 de mayo de 2010 |15:36 |Canarias |Gabinete de Prensa.
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife (a través de la Casa de la Miel y la Fundación Tenerife Rural) organizan para el sábado, 29 de mayo de 2010, un paseo guiado por la ruta de las mieles del Teide, que consistirá en un recorrido a pie por el sendero conocido como Volcán de Fasnia, desde el que se puede observar la flora predominante de la zona y un apiario.
El encuentro comenzará en el intercambiador de Santa Cruz de Tenerife donde una guagua, que también acogerá a los ciudadanos que partan desde la Plaza del Adelantado de La Laguna, trasladará a los visitantes al inicio del sendero Volcán de Fasnia. Tras el recorrido por este camino, que comenzará a las 10.30 y finalizará a las 14.30 horas, se realizará una visita al Centro de Visitantes del Parque Nacional.
La longitud del sendero a recorrer es de siete kilómetros aproximadamente, con un desnivel de unos 145 m y baja dificultad. Durante el trayecto, las explicaciones e interpretaciones de los guías del Parque Nacional, complementarán la observación de la flora presente en el recorrido, que es muy abundante en cuanto a variedad de especies, entre las que destaca la retama, rosalillos de cumbres y alhelíes del Teide. En algunos lugares, además, se podrán observar codesos, hierbas pajoneras, tajinastes picantes, margaritas y tonáticas.
Durante este recorrido se podrán apreciar asimismo los recursos geológicos, morfológicos y paisajísticos de la zona, contemplar los volcanes históricos como son el Volcán de Fasnia y el de Siete Fuentes, y el Observatorio del Teide situado en la zona de Izaña, a 2.390 metros de altitud, en un paraje donde concurren los términos municipales de La Orotava, Fasnia y Güímar.
Pero la característica especial de este camino la forma los abundantes retamares que lo atraviesan, que tradicionalmente han convertido al lugar en un importante asentamiento apícola, lo que ha propiciado que durante la primavera se instalen colmenas debidamente señalizadas en algunas zonas.
Los participantes, acompañados por un apicultor, podrán conocer in situ la realización de un aprovechamiento tradicional, la apicultura.
La apicultura en El Teide
Las actuaciones que se desarrollan en el Parque Nacional del Teide tienen como objetivo prioritario la conservación de sus recursos, por lo que queda terminantemente prohibida toda actividad que pueda alterar sus elementos y la dinámica de los ecosistemas que lo conforman. Sin embargo, la protección de la naturaleza no implica necesariamente el cese de toda actividad humana, y por tanto, los aprovechamientos tradicionales practicados históricamente por la población local que no supongan un impacto negativo significativo en los procesos ecológicos, se consideran compatibles y pueden mantenerse, adecuando su intensidad y forma de realización.
La apicultura es un aprovechamiento tradicional del Parque Nacional, recogido como uno de los valores patrimoniales que el Teide atesora como patrimonio de la humanidad. Tanto es así, que ya aparece documentada a la finalización de la conquista de las Islas, en las Datas de El Adelantado, en los Acuerdos del Cabildo de Tenerife y en diversos protocolos notariales de los escribanos de la época. Las primeras datas se fechan en 1497 y las referencias a colmenas aparecen documentadas en el año 1500.
Además, la actividad apícola favorece la polinización y propagación de las especies vegetales, contribuyendo con ello a la renovación de la cubierta vegetal, compuesta en gran medida por endemismos protegidos. Su ejercicio permite compatibilizar la protección de los valores del Parque con el uso público, pero siempre garantizando el uso sostenible de los recursos afectados.
La actividad se realiza acorde a una estricta normativa, recogida en el Plan Rector de Uso y Gestión, que fijando criterios como número máximo de apiarios permitidos, horas de traslado de las colmenas, distancias de seguridad con respecto a poblaciones, senderos e infraestructuras, tipos de materiales empleados en las colmenas, etc., garantiza la máxima protección del entorno natural y también del resto de usuarios del parque. La normativa se ha redactado consensuando los criterios de todas las administraciones implicadas y de las asociaciones de apicultores que desarrollan su labor en la zona.
Si bien en la Península el desplazamiento de las colmenas es una práctica realizada por los apicultores durante todo el año, tanto a flora silvestre como a cultivada, en Canarias predomina una trashumancia estacional de primavera y a flora silvestre, siendo el Parque Nacional del Teide la zona de trashumancia por excelencia.
El período de realización está en estrecha dependencia con la floración en las cumbres de la Isla. Al tratarse la floración de un fenómeno natural, y por tanto, de carácter impreciso, su desarrollo no tiene lugar en las mismas fechas. Tiene una duración aproximada de cinco a seis meses; comienza a mediados de abril y finaliza los últimos días de septiembre, ampliándose en algunas apiarios hasta fines del mes de octubre.
Las colmenas que realizan la trashumancia al Parque Nacional se agrupan en 18 asentamientos apícolas, agrupando un total de 2.426 colmenas, casi el doble que en el año 2000. El año pasado, la existencia de una floración abundante permitió la trashumancia de un número superior de colmenas al Parque Nacional.
En ningún otro Parque Nacional perteneciente a la Red de Parques Nacionales la gestión de la apicultura tiene la complejidad del Teide, fundamentalmente por el gran número de colmenas trasladadas, el periodo de permanencia de éstas en la cumbre y la cantidad de apicultores que realizan la trashumancia.
La miel de retama del Teide, ganadora de varios premios regionales
Los apicultores tinerfeños producen en el Teide principalmente miel multifloral de cumbre, miel de retama del Teide y miel de tajinaste. La de retama es la principal, y más abundante miel del Teide, y es en sí misma un símbolo y referencia para la apicultura tinerfeña, y por extensión de Canarias, ganadora además de varios concursos regionales. Se produce en primavera-verano en el Parque Nacional del Teide, sobre los 1.500 metros de altura, hábitat único en el mundo de esta planta endémica de Tenerife. Su obtención se remonta al comienzo de la historia conocida de la isla y forma parte fundamental de la tradición del sector. Esta miel presenta un aroma floral delicado con toques vegetales, que la hacen ser muy apreciada y adecuada para cualquier uso.
Además del valor artesano y tradicional, todas las mieles del Teide tienen el valor añadido de ser producidas en un espacio natural de máxima protección, y por tanto libre de contaminación, abonos o pesticidas.
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