Según Goiriz, las escasas decisiones adoptadas han pasado sin pena ni gloria, mientras que los acuerdos en relaciones exteriores perjudican gravemente al sector agrario
Las Palmas de GC, 21 de junio de 2010 | Gabinete de Prensa
La Presidencia española de la UE, que finaliza el próximo día 30 de junio, se ha caracterizado por las pocas decisiones tomadas. Además, en lo que a las relaciones exteriores se refiere, la firma de los acuerdos con Marruecos y Centroamérica y la reactivación de las negociaciones con MERCOSUR conllevan fatales consecuencias para el sector agrario, que ya de por sí atraviesa una depresión sin precedentes. No hay nada que alegar, en cambio, al trabajo llevado a cabo por los técnicos que, sin embargo, no ha sido respaldado por los políticos, totalmente superados por la crisis, que ha sido la verdadera protagonista de esta presidencia española.
A nivel técnico se ha pretendido avanzar en estrechar posturas agraristas de cara tanto a la Estrategia 2020 como a la PAC post 2013 y el debate presupuestario. Respecto a la primera, la Presidencia española se apunta el éxito de haber colocado en el documento un párrafo referente a la agricultura. No deja de llamar la atención que una actividad que gestiona más del 80% del territorio, supone casi el 50% del presupuesto, afecta de forma directa a 10 millones de agricultores, 30 millones de asalariados y 500 millones de consumidores, y ha sido el núcleo de la construcción europea desde 1957 hasta nuestros días, “merezca” un párrafo en un documento sobre el futuro de la UE.
Por otra parte, se han podido apreciar algunos avances en el análisis de la estructura de la cadena alimentaria y en la búsqueda de medidas para frenar la grave crisis de precios y atajar los diferenciales entre los precios percibidos por el agricultor y los pagados por el consumidor. Aunque de momento se trata sólo de ideas, y hay que esperar a que se consoliden en medidas concretas, es significativo el deseo mayoritario del Consejo de Ministros de equilibrar las fuerzas de la cadena, demandando más flexibilidad y nuevas adaptaciones en el derecho de la competencia.
En relaciones exteriores el balance es absolutamente negativo. A finales de 2009 se alcanzó un acuerdo con Marruecos que liberaliza aún más el comercio sin imponer las necesarias mejoras en los controles; España pretendió ocultar las negociaciones y el contenido del acuerdo y retrasar su firma oficial hasta pasada su Presidencia semestral. Por otra parte, el Acuerdo de Asociación UE-Centroamérica conlleva un grave perjuicio para los intereses de los productores comunitarios de plátano, mientras que el anuncio de la reanudación de las negociaciones con MERCOSUR implica fatales consecuencias para todos los agricultores y ganaderos de la UE.
En definitiva, se ha pretendido salvar la Presidencia Española con Acuerdos Internacionales, a cambio de sacrificar los intereses agrarios europeos, sacrificio reconocido por los propios estudios de la Comisión Europea.
Roberto Goiriz
Portavoz de FEDEX y ASAJA
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