lunes, 16 de agosto de 2010

City Academies, los colegios del futuro

Madrid, 16 de agosto de 2010 | Opinión | Clemente Ferrer (*).
El prestigio escolar pasa por dar autonomía a los centros docentes. Lo ha reconocido la Secretaria de Estado de Educación. El adiestramiento del siglo XXI, el que mejor marcha y excelentes resultados logra, tiene un componente común: liberalizar la gestión privada de los centros –aunque con subvención estatal-, atender a las peticiones de las familias y no hacer monolítico el modelo de escuela pública. Así, por ejemplo, el nuevo gobierno anglosajón ha notificado que aprobará que las escuelas públicas puedan convertirse en colegios independientes, administrados por entidades no estatales, con más iniciativa privada y menos intervencionismo estatal.

Estas escuelas pasarán a engrosar la red de las “City Academies” que ya florecen en Inglaterra: colegios costeados por el Estado, de enseñanza gratuita, que persisten dentro del sector público, pero que son regidos de forma autónoma por cooperativas de padres, sociedades privadas o por la Iglesia.

Según recoge la agencia de noticias Aceprensa, “estas academias tendrán mayor autonomía para desarrollar sus propios métodos pedagógicos, así como diseñar el plan de estudios y seleccionar a los alumnos y profesores”. El colegio del futuro será público de financiación y católico de ideario. Otra de las señas de identidad que comparten estos colegios del futuro es la implicación de las familias.

“La apuesta por una educación de prestigio, que forme en valores y en un ejercicio responsable de la libertad; un profundo respeto a la libertad de los padres y a sus convicciones morales; el fomento de la estima, el respeto y el prestigio social que merecen los profesores; un espíritu de colaboración entre la dirección del centro, padres y profesores; la promoción de la autonomía de la escuela pública; la formación de los padres para una mayor y más efectiva participación en la educación de sus hijos en la familia y en la escuela; la pluralidad de modelos educativos para que los padres puedan elegir el que consideren más conveniente para sus hijos; el intercambio de experiencias positivas y buenas prácticas educativas que se hayan realizado en los distintos centros docentes, y la oposición a todo tipo de injerencia ideológica en la escuela”.

(*) Presidente del Instituto Europeo de Marketing

No hay comentarios: