Málaga, 9 de agosto de 2010 | Cartas al Director | Ana Carmen Trujillano
Pere Navarro, el director de la DGT, al ser preguntado como catalán, sobre que opina de la prohibición de las corridas de toros en su comunidad, ha dicho que: “es la gente joven la que ha creado “un proceso natural de concienciación cultural en contra de todo lo que tenga que ver con el sufrimiento animal” a causa de películas de Walt Disney como Bambi”.
Pues miren, yo soy joven y andaluza y no me gustan los toros, no he asistido a ninguna corrida, pero no dejo de reconocer y admirar el valor de los toreros, y que se trata de una fiesta cultural, ampliamente aceptada y asumida en nuestro país, además de atraer infinidad de turistas. Yo, les digo que al que no le guste, que hagan como yo, que no vayan. Ahora, a lo que no encuentro sentido es que esos mismos grupos de políticos que quieren prohibir la muerte de los toros en la plaza, sean los mismos que han apoyado sin pestañear el dolor infligido a los fetos humanos, abocados a la muerte por la ley del aborto libre.
Bambi, con sus amigos, como el conejo Tambor, Flor la mofeta y su futura pareja Faline, descubrieron sabias lecciones sobre “el amor y la vida”. El peligro que representa el Hombre lo aprende del Príncipe del Bosque, y por experiencias como la pérdida de su madre.
Pero, el mensaje que me dejó a mi Bambi, es “el amor a la vida” y, no la prohibición de las corridas de toros.
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