miércoles, 29 de septiembre de 2010

La cultura es una cúpula de abstracción

Venezuela, 29 de septiembre de 2010 | Crónicas | Bruno Peron Loureiro

La 13ª Conferencia Iberoamericana de Cultura unió la buena voluntad con propuestas para toda la región. Las reuniones en el ámbito de la cultura acostumbran a limitarse a formalidades y retóricas de burócratas que se conforman con el exiguo presupuesto que el Estado les destina, sin embargo ésta contó con experiencias sólidas y perspectivas favorables.

La Música fue uno de los temas más debatidos en este encuentro entre ministros de diez y ocho países en Buenos Aires, el 11 de septiembre de 2010, con el fin de discutir proyectos de integración cultural ibero-americana e intercambiar experiencias. Brasil, Cuba, España y Portugal estuvieron entre los países participantes, lo que realza el interés de esas ex-metrópolis ibéricas en acceder al circuito cultural latinoamericano.

El sector cultural prospera cuando las acciones de gobierno y las de la iniciativa privada se complementan para evitar que incida sobre ellas el dirigismo o la ganancia excesiva sobre los bienes patrimoniales simbólicos.

La 13ª Conferencia es uno de los eventos que elevan a la cultura de su mera posición como arte y entretenimiento para que se torne un factor de identidad regional y nacional, herramienta de inclusión social y de impulso a la economía.

El incentivo de la creación de programas culturales y el pedido de mayores recursos para el sector fueron algunas de las demandas de la reunión. Brasil presentó un proyecto de reforma de la ley de derechos de autor y algunos programas en las áreas de música, museos y teatro.

Se sugirió el aumento de la cooperación multilateral, y se discutió la creación de un fondo cooperativo que estimule la integración cultural de los países más pobres de la región, como una manera de compensar las asimetrías.

La cultura ha conquistado un espacio importante en las discusiones sobre políticas públicas, a pesar de la cúpula de abstracción que la aislaba de otros campos de desarrollo. El MERCOSUR CULTURAL y la Organización de Estados Ibero-americanos han favorecido las relaciones útiles entre cultura y educación, cultura y economía y cultura y política.

Es incompleto por lo tanto el diseño de políticas públicas para la educación que no consideren el bagaje cultural de los jóvenes que crecen en un mundo informatizado, o el impacto de las industrias audiovisuales en el producto bruto interno de un país o un bloque de integración, o lo que motivaría a un ciudadano responsable en votar a candidatos lúdicos en la elecciones de un Brasil en el que se dice “no puede quedar peor de lo que está”

Solamente el campo cultural permite discernir el chiste de la cosa seria, ya que todo método científico es incapaz de adentrarse en las inconstancias de la mente humana.

La América Latina ya posee, hasta en exceso, diversidad y valor cultural. El salto cualitativo que necesita es la habilidad para transformar este potencial en herramientas creativas para su desarrollo, renta para sus ciudadanos a través del fortalecimiento de la economía cultural, e impulso educativo. Sobre este punto, el estigma de aprender debe transformarse en un placer, un deseo de elevación espiritual e intelectual.

La nación que se construye bajo un manto cultural que no le pertenece es la expresión actual de una colonia. Brasil continuara en esta categoría mientras tenga actores que fuercen el acento italiano en las telenovelas, hablen de “delivery” en lugar de entrega de comidas o de pizza, y confundan El Cine con un film norteamericano.

Fue entonces con un sublime propósito que la capital argentina hospedó a la 13ª Conferencia Ibero-americana de Cultura. Finalmente la cultura gana fuerza y destaque como tema de cooperación e integración entre los que toman las decisiones.

Uno de los temas pendientes en Brasil es la viabilidad de aumentar en R$ 3 la cuota mensual de los usuarios de Internet de banda ancha, con el objetivo de compensar a los autores de obras audiovisuales el valor que dejan de recaudar con la piratería. ¿Cuántos de estos internautas sin embargo, no bajan música o películas’

Las reuniones de ministros de cultura como ésta, sitúan temas relevantes para el desarrollo de nuestras sociedades latinoamericanas. Esperamos que la Carta Cultural Ibero-americana, que prevé un plan de creación de proyectos culturales, trace directrices que concreten la retórica y adopten acciones.

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