‘Magdalena Carmen Frida Kahlo’ se representará los viernes 8 y 15 de abril en dos únicas funciones. También se han programado un total de 4 pases para escolares los días 8 (10.30), 14 (11.30) y 15 (10.00 y 11.30). Abril cuenta con varias propuestas de Danza en los Teatros del Cabildo
José Luis Donaldson y Bárbara Végmed retornan a la Sala Insular de Teatro de la mano de uno de los grandes mitos de la pintura mundial. ‘Magdalena Carmen Frida Kahlo’, que ya se representó la pasada temporada en el recinto escénico de la Avenida Primero de Mayo, vuelve a la programación de la SIT con motivo de la celebración, el próximo 29 de abril, del Día Internacional de la Danza, en el marco de un mes marcado por las artes del movimiento en los Teatros del Cabildo: los días 29 y 30 de abril, el Cuyás recibe la visita del bailaor Israel Galván, mientras que la SIT volverá a acoger danza el 30 de abril con la representación de ‘Desórdenes’ del premiado Centro Coreográfico de La Gomera. Los aficionados a la danza más actual tienen una doble cita con la “personalidad atrayente de Frida” los días 8 y 15 de abril en dos únicas funciones que darán comienzo a las 20.30. La SIT también ofrece un total de cuatro pases destinados al público escolar que tendrán lugar los días 8 (10.30), 14 (11.30) y 15 de este mismo mes (10.00 y 11.30). Esta obra, que cuenta con una ayuda a la producción del Gobierno de Canarias, se estrenó en México logrando un notable éxito.
Las entradas están a la venta en las taquillas del Teatro Cuyás, la página web de Cajatique (www.cajatique.com), el teléfono 902 405 504 y las propias taquillas de la Sala Insular de Teatro desde una hora y media antes del inicio de cada una de las dos representaciones programadas para el público en general.
‘Magdalena Carmen Frida Kahlo’ es una experiencia “de teatro y danza” que explora el mito de la genial pintora mexicana desde una perspectiva humana y personal. “Se trata de un recorrido sentimental por todo lo que amó”, señala Donaldson, autor del texto, de la coreografía y también bailarín en un reparto que completa Bárbara Végmed, bailarina que tiene la “enorme responsabilidad” de meterse en la piel de una de las mujeres más carismáticas del siglo XX. “El texto y el movimiento nos trasladarán al México de Kahlo y Rivera en un “cúmulo de imágenes y recuerdos que se agolpan de una manera vertiginosa”, provocando un repaso vital a la trayectoria de la artista “desde un punto de vista más personal y humano olvidando un poco su faceta como gran artista o icono de la intelectualidad cultural y política de su tiempo”, señala Donaldson.
El montaje parte del instante en que Kahlo muere. “Iniciamos el viaje en ese preciso instante en el que el mito popular dice que nos adentramos en un túnel de luz blanca y hacemos un repaso por nuestra vida”, señala el coreógrafo y bailarín, quien encarna al personaje imaginario de ‘Sardo’, una especie de nexo de unión de Kahlo con la vida que encarnará a los más importantes personajes y situaciones que marcaron la existencia de la artista. “Sardo es una referencia a todos los personajes que rodean al mundo de Frida. Es Diego Rivera; es la propia pintura; son sus recuerdos de juventud. Es el depositario de todo el amor de Frida porque fue una mujer que, desde su sufrimiento físico y emocional se volcó en amar”, destaca Donaldson quien advierte que este espectáculo no puede clasificarse bajo ningún parámetro preestablecido.
“Es solo danza. No se puede decir que sea danza contemporánea o clásica, ya que, en cada momento, nos dejamos llevar por una partitura que tiene versiones de clásicos de la canción melódica latinoamericana como ‘Cucurrucucú paloma’, piezas de música popular mexicana y temas de corte más clásico”. “No he querido buscar ningún tipo de estética. Simplemente nos hemos dejado llevar por el tema que estábamos tratando y por la trascendencia del personaje para contar la historia que queríamos contar. Es danza y punto”, sentencia con rotundidad.
Danza sentida, según aclara Bárbara Végmed. “Acercarse a la personalidad de Frida es un reto importante. Es una mujer compleja pero simple a la vez que sufrió por amar mucho. Hemos querido trasladar todo ese universo a través de una visión humana del mito”, comenta. A través de esta “humanidad” se ha buscado “la vitalidad pasional del personaje” con todo y todos los que la rodearon. El amor destructivo hacia Diego Rivera, las continuas infidelidades de su marido o la relación de la pareja con alguno de los personajes clave del siglo XX pasan por el escenario engarzados por las coreografías y los textos de Donaldson.
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