jueves, 30 de junio de 2011

Juegan muchas, ganan ellas

El CB Islas Canarias está de fiesta, y merecidamente. Han probado las mieles del éxito al lograr el triplete en los campeonatos de España.


Las infantiles siguieron el camino que habían iniciado las cadetes y las júnior.

Las Palmas de GC, 30 de Junio de 2011 | Deportes - Baloncesto | Gabinete de Prensa.

SANTI ÁLVAREZ. Treinta y dos campeonatos de España, un sin fin de jugadoras internacionales a lo largo de la historia y el paseo de la bandera canaria por todo el país. Desde una niña de 11 años que deslumbra en una cancha de baloncesto hasta todo un colectivo, el júnior, capaz de pasar por encima de cualquier rival que se le ponga por delante. El mejor club de baloncesto femenino español, el Islas Canarias, vive en La Paterna. En la presente temporada ha conseguido un triplete histórico: campeones de España júnior, cadete e infantil; el segundo que se consigue en toda la vida del baloncesto. El primero, también lo lograron las amarillas.

Dejando a un lado las alabanzas de los políticos, que reciben durante el día de hoy a los tres conjuntos, las chicas pudieron saborear durante un paseo matutino por la calle Triana la felicidad y el orgullo de la gente. No eran pocos los que las paraban para preguntarles de qué era la medalla que lucían en sus cuellos. Todos ellos respondían con enormes sonrisas a las explicaciones de las jugadoras.
Bajo la coordinación y supervisión de Begoña Santana y Domingo Díaz, doce entrenadores se encargan de que las habilidades de casi 300 niñas mejoren desde el primer día hasta que llegan a saber lo difícil que es levantar un trofeo de un torneo nacional. Es un proceso que empieza con un campus de verano y que culmina, en el mejor de los casos, jugando en Primera División con el primer equipo del club capitalino.

Según Begoña Santana, secretaria técnica del club, lo principal es evitar las horas muertas de las jóvenes en casa. "La calle está muy mal, y la televisión no aporta nada a esta juventud. Nosotros y sus padres sólo queremos lo mejor para las chicas, y tratamos de inculcarles valores como familia, estudios y deporte. Por eso sus padres saben que cuando las dejan con nosotros están en buenas manos", sentencia con la cabeza alta.

La relación con los padres es uno de los temas claves para el correcto desarrollo de las niñas como deportistas y como personas. La propia Begoña asegura estar "orgullosa de todos ellos", aunque también admite que alguna que otra vez han tenido problemas con aquellos que desde la grada han intentado alterar el orden y la disciplina del equipo.

Adrenalina


El baloncesto es esencia es un juego, y la diversión no se puede dejar de lado a la hora de los entrenamientos y los partidos. Santana explica que las sesiones iniciales son algo menos exigentes que en la categoría preinfantil, donde ya se empieza a notar la dureza que impone la competición propiamente dicha. La entrenadora amarilla explica que "al principio lo que les engancha es el juego en sí, pero cuando ya empiezan a competir de verdad se vuelven adictas a la adrenalina que se consigue con las victorias. Jugar un campeonato de España es un sueño, pero ganarlo es tocar el cielo". Pero no les basta con los éxitos deportivos. "El sufrimiento que se vive en un torneo y lo que cuesta superar a las rivales es una lección que les sirve para el resto de su vida. Todas nuestras chicas acaban llegando lejos en sus trabajos y en sus vidas gracias a que están acostumbradas a luchar por lo que desean", argumenta.

Otro de los pilares básicos en la vida de las chicas son los estudios. El club y sus entrenadores, junto con los padres y madres, priorizan la formación académica de las chicas, ya que entienden que en el futuro les será vital tener todos sus estudios finalizados. Los responsables del Islas Canarias presumen de que en sus chicas la actividad deportiva apenas repercute negativamente en los estudios de las jugadoras. Sin embargo es un problema que afecta al club indirectamente, ya que en otros muchos conjuntos de la isla, las jugadoras optan por abandonar el baloncesto femenino para centrarse en los últimos cursos del instituto. Esto provoca que el número de equipos inscritos en la liga júnior descienda dejando a la competición con solamente tres equipos, lo que repercute enormemente en el ritmo competitivo de las nuestras a la hora de jugar campeonatos nacionales.

Vigilancia y armonía

La alimentación es otro aspecto que tampoco se deja al azar. Al igual que con los estudios, los padres y el club vigilan a dúo a las jugadoras, y aunque no se dan instrucciones específicas acerca de la nutrición, si alguna de las partes observa que la joven está perdiendo o ganando demasiado peso, se pone en marcha la maquinaria del club para corregir el problema cuanto antes, ya que obviamente a todas las partes les interesa mantener en el mejor estado posible la salud y la forma de las chicas.

La armonía dentro de los grupos es otra de las prioridades para el personal técnico del CB Islas Canarias. "Se les inculca compartir, y que a la hora de jugar y lucir la camiseta han de defender primero a nuestra tierra, luego al club y después a nosotras mismas", aclara Begoña. Las instruyen para que entiendan el baloncesto como lo que es, un deporte de equipo. Han de convivir durante muchos meses y durante ese tiempo la amistad surge sola, lo cual parece resultar vital para los logros.

Resumiendo las intenciones del club, Begoña y el director deportivo del club, Domingo Díaz, aseveran que el primer objetivo del club es preparar jugadoras de élite. El segundo sería el de enseñarles a través del deporte una lección que les servirá de por vida, y en tercer lugar fomentar el deporte entre las más jóvenes. Su opinión es que el mejor dinero público gastado para evitar las drogas es el destinado al deporte.

Begoña confiesa que "pierdo el sueño pensando que tenemos que mendigar ayudas públicas para mantener vivo el club. Pese a los éxitos, siguen sin ayudarnos para acudir a los campeonatos de España". Díaz añade que "cada torneo que jugamos en la península cuesta alrededor de 12.000€ y el dinero lo tenemos que sacar de la subvención del primer equipo".

Por ello aspiran a que la UD Las Palmas decida poner en marcha la idea planteada hace meses de fusionar ambas entidades y que el Islas Canarias dependiese de la entidad de Pío XII y de su Junta Directiva. Aunque la unión les restaría poder de decisión, Santana desea "que todo salga adelante. Necesitamos un apoyo y confiamos en ellos para darles las riendas del club. Por encima de nosotros está el Islas Canarias, y eso es lo más importante".

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