Los últimos informes del CIS revelan que gran parte de los ciudadanos ven a los políticos como uno de los principales problemas del país cuando en realidad el político debería estar para solucionar los problemas de sus conciudadanos.
Desde mi punto de vista, un cargo público debe tener un comportamiento intachable para ser merecedor de la representación que ostenta. Ser un referente ante la ciudadanía. El reciente caso del ya dimitido senador Curbelo nos permite reflexionar sobre cómo algunos dirigentes políticos siguen usando el "y tú más" para justificar lo injustificable y para sostener a personas que ya no pueden dar más de sí en la política. Creo que se comete un profundo error en practicar ese holiganismo que hace que haya que proteger a toda costa a "uno de los nuestros". Y ello porque nos hemos instalado en pasar de lo particular a lo general: "si fulanito es un corrupto, entonces todos los del Partido X son unos corruptos". Hay que salir de esa dinámica porque es en ella cuando la ciudadanía comienza a desconfiar de la política. Y desgraciadamente se trata de una práctica promovida por los propios partidos políticos.
Es posible que el Sr. Curbelo haya cometido una tontería y que hasta haya dicho muchos disparates, si hacemos caso al atestado policial. Si fuera así, sería algo achacable EXCLUSIVAMENTE a él. No creo que todo el Partido Socialista Canario se tenga que ver salpicado por la conducta lamentable de una persona. Pero flaco favor se hace a sí mismo la dirección regional socialista si en lugar de atajar el problema de raíz se anda con paños calientes e intenta justificar una conducta lamentable apuntando hacia Valencia.
Curbelo no debe seguir ni un día más presidiendo el Cabildo de La Gomera. El PSC debería entenderlo y actuar con contundencia. En Unión, Progreso y Democracia (UPyD) no habría durado esta situación ni un solo día. Y a las pruebas me remito.
(*) Consejo Local de Telde Unión Progreso y Democracia
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