Rosi Sánchez, jugadora del Gran Canaria y que ha sido internacional, completa el cuerpo técnico de la selección U16 femenina junto a Evaristo Pérez y Víctor Lapeña. Aprendizaje de lujo para las chicas… y para ella
Tras una larga temporada, Rosi Sánchez dedica parte de su verano a la selección U16 femenina como entrenadora ayudante de Evaristo Pérez. Sin embargo, para ella no supone un sacrificio dedicar parte de sus vacaciones a las más jóvenes: “Para mí es un trabajo, como si no lo fuera, porque me encanta entrenar con gente que quiere mejorar y eso es lo que brilla en este grupo”.
Rosi también cree en la importancia de su aportación al equipo desde el punto de vista de una jugadora profesional: “hay pequeños detalles que las jugadoras vemos y a los que los entrenadores no llegan, tanto en entrenamientos como en partidos. Por ejemplo, en el tiro, que ha sido mi especialidad, hay detalles como la extensión del brazo o la posición que puedo corregir. Y en los partidos, puedo aportar mi visión de juego y que no nos centremos tanto en los sistemas, sino que además podamos jugar con la potencialidad de las jugadoras”.
Además, trabajar con Evaristo Pérez y Víctor Lapeña es un lujo, y el trabajo en equipo será una de las claves para el Europeo. “Es importante que el cuerpo técnico esté compenetrado, que cada uno sepa cuál es su rol y trabajar en grupo”.
Sobre el equipo, Rosi Sánchez afirma que “son competitivas día a día y eso va a ser clave. Estoy viendo una madurez impropia para su edad”. Y también tiene claro el objetivo del Europeo: “Desde el primer día tenemos que ser ambiciosos, estamos trabajando con aspiraciones altas. Tenemos que competir lo máximo”.
La valoración de su experiencia personal no puede ser más positiva: “Las chicas me aportan alegría, son un grupo muy alegre y trabajan muchísimo”. El mejor resumen para alguien que vive por y para el baloncesto es. “Me estoy divirtiendo muchísimo”.
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