Telde a, 6 de noviembre de 2011 | Opinión | Antonio Rodríguez de León.
SR. DIRECTOR:
Escribí en 2010 que la Ley de Aguas Canarias, sería el camino que nos conduciría a un verdadero autogobierno: “De momento es un primer paso adelante. El siguiente paso será su redacción en el Estatuto de Autonomía y el tercer y definitivo paso, lograr que el futuro Estatuto de Autonomía de Canarias, el Mar Canario figure en la Constitución Española sin contradicciones jurídicas con el Derecho Internacional del Mar”.
Faltaba por lograr incluir la Ley de Aguas Canarias, en un nuevo Estatuto de Autonomía que le daría rango de Ley Orgánica, produciendo de inmediato, su adaptación a la Constitución Española. Este proceso favorable a Canarias, conllevaría a un pronunciamiento de la Organización Marítima Internacional, quien dictaminaría cuales serían las condiciones que deben de reunirse para darle rango internacional a la Ley de aguas Canarias. Marruecos ejerce jurisdicción sobre la zona económica exclusiva canaria, con carácter interno, con reconocimiento de la Unión Europea, y aceptado por España, en sus Acuerdos Pesqueros desde el año 1995 hasta la fecha.
El programa electoral de Coalición Canaria, ha volatilizado la posibilidad su redacción en el próximo Estatuto de Autonomía. La unión CC-NC se ha cargado la Ley de Aguas Canarias. Primero se cargaron a su valedor, D. Fernando Ríos, quien estaba llamado a dar el siguiente paso en las Cortes españolas, exigiendo la aplicación del Derecho Marítimo Internacional sobre todos los espacios marítimos y aéreos de Canarias.
El poder fáctico que aún posee ATI en Coalición Canaria, logró que Ríos no figurase candidato. Ese poder fáctico que impide crecer a un auténtico y genuino nacionalismo canario, lo representan entre otros, Ana Oramas y Ricardo Melchor por Tenerife, junto a Pedro Quevedo y Aureliano Santiago por Las Palmas.
El Parlamento y Senado español tienen lo que España quiere de Canarias: representantes sumisos y obedientes, siempre serviles a anteponer los intereses españoles, sobre los perjuicios a intereses canarios. CC-NC ahora entrega a Marruecos la zona económica exclusiva que un día pudiera obtener Canarias. ¿Qué entregarán la próxima vez? Cínicamente hablan de autogobierno, cuando en realidad a lo que aspiran es gobernar únicamente sobre la administración económica del territorio ultraperiférico, y si fuese preciso por interés de Estado, ponerse a los servicios del Sultán de Marruecos.
Lo que propone CC-NC en su programa electoral, es indecoroso y jurídicamente incorrecto, lo saben perfectamente. No se puede reclamar el principio archipelágico, aplicando el criterio de líneas de bases rectas con el objetivo de pretender confundir las aguas interiores de un archipiélago, con el concepto no jurídico de aguas interinsulares, por esas fechas también escribí que una parte de las llamadas aguas canarias interinsulares, son de titularidad y jurisdicción marroquí (Tratado Pesquero UE-Marruecos 1995), y la parte restante, también será marroquí, el día en que Marruecos obtenga la ampliación de su Plataforma Continental hasta las 350 millas náuticas.
En su día publiqué que si Marruecos no denuncia ante la Organización Marítima Internacional, la Ley de Aguas Canarias, sería por connivencia mutua y pactada de antemano entre España y Marruecos con el beneplácito del Gobierno de Canarias, para repartirse el Mar Canario: Por una parte Marruecos dejaría a favor de España, las aguas interiores del archipiélago. Mientras por parte de España, que dejaría en favor de Marruecos, todas las aguas exteriores a partir de las doce millas náuticas, o sea, la zona económica exclusiva de 200-350 millas, alrededor de la línea de base recta del principio archipelágico. Una parte del Mar Canario por el silencio marroquí.
Coalición Canaria aceptó la Ley de Aguas Canarias, pensando que su aplicación interna pudiera extenderse a su internacionalización a través de la Constitución Española. En aquel momento se podía pensar que así fuese, pero sustituyeron al idealista destinado a defender en Madrid, las aspiraciones de un nuevo status político con España. Y visto el programa electoral de CC-NC y sus elegidos, las intenciones de este descafeinado nacionalismo canario son otras, éstos aceptan que España entregue a Marruecos, 650.000 Km2 de espacios marítimos que corresponde a la zona económica exclusiva que pudiera obtener Canarias con un nuevo status político de reconocimiento internacional, CC-NC se han conformado con las aguas “interinsulares”, y con el mismo status colonial.
Con ésta fórmula, contentarían además, a los Estados de cuyos buques tienen necesidad del tráfico marítimo internacional que atraviesan los espacios que separan las islas. Por otra parte, si Coalición Canaria no hubiese renunciado a la zona económica exclusiva, la hoy inutilizada Ley de Aguas Canarias, serviría para lograr ese status político especial, que en el Derecho Marítimo Internacional se le denomina Plena Autonomía Interna. La propia Coalición Canaria decapitó la posibilidad de alcanzar un verdadero autogobierno. CC-NC nos ofrece un programa electoral dependiente, todo lo contrario de un autogobierno, es simplemente un compendio de súplicas pedigüeñas de inversiones controladas por el gobierno central sobre su territorio de ultramar. En Bruselas nos etiquetaron de “ultraperiféricos”, en el mundo mundial a estos territorios de la ultra mar europea, se les reconocen simplemente como territorios coloniales, territorios carentes de propio gobierno pleno, bajo soberanía de un Estado europeo, y con una estricta gobernanza bajo el control y disciplina del Parlamento Europeo.
Los territorios ultraperiféricos están revestidos con trajes diseñados a la medida, con la obligación de usarlos los originarios del territorio, usos simples para monas de circo. Trajes impuestos por los estados dueños de la ultraperiferia, para que Europa pague los presupuestos que les presentan los políticos ultraperiféricos designados por Madrid, también por los políticos elegidos en partidos canarios cuya única aspiración es administrar las vestimentas necesarias de la mona ultraperiférica. Se autodenominan nacionalistas autóctonos, pero son simplemente marionetas de distracción. Su finalidad es impedir el desarrollo de pensamiento a los originarios de la ultraperiferia, para que éstos, nunca memoricen los colores que en cada momento les visten con el mismo disfraz.
Madrid tiene claro a quienes eligen en Canarias, y sin rechistar. Y en Canarias los que más posibilidades de salir elegidos son CC-NC, a sabiendas que en primera línea de salida colocan a los que mejores se adaptan a estas características de disfraz diseñado por el Estado. Y por mucho que los Estados y la Unión Europea disfracen a la mona (colonia), mona se queda.
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