Bruselas (Unión Europea), 11 de noviembre de 2011 | Consumo - Economía | Gabinete de Prensa.
La recuperación económica de la UE se ha interrumpido. El grave deterioro de la confianza está afectando a la inversión y al consumo, al tiempo que el debilitamiento del crecimiento global frena las exportaciones y el apremiante saneamiento presupuestario lastra la demanda interior. Se prevé ahora que el PIB en la UE se estanque hasta bien entrado 2012. El crecimiento para todo el año 2012 debería situarse en torno a un 0,5 %. En 2013 se espera una lenta recuperación del crecimiento de aproximadamente un 1,5 %. No es probable que los mercados laborales registren una auténtica mejora, y se prevé que el desempleo se mantenga en el elevado nivel actual, que ronda el 9,5 %. La inflación debería volver a situarse en niveles inferiores al 2 % en los próximos trimestres. Está previsto que se afiance el saneamiento presupuestario, con un descenso de los déficits públicos hasta un nivel ligeramente superior al 3 % en 2013, aplicando la hipótesis de mantenimiento de las políticas actuales.
Olli Rehn, Vicepresidente de la Comisión responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, ha declarado lo siguiente: «El crecimiento en Europa se ha estancado y existe el riesgo de una nueva recesión. Aunque la creación de empleo esté aumentando en algunos Estados miembros, no se prevé una auténtica mejora del desempleo en la UE en su conjunto. Para lograr la reanudación del crecimiento y la creación de empleo es esencial restablecer la confianza en la viabilidad fiscal y en el sistema financiero, así como acelerar las reformas destinadas a intensificar el potencial de crecimiento de Europa. Ya existe un amplio consenso respecto de la necesidad de llevar a cabo una acción política. Ahora es preciso proceder a una ejecución rigurosa de la misma. Por mi parte, empezaré a aplicar sin dilación las nuevas normas de gobernanza económica.».
Estancamiento del crecimiento económico
La recuperación económica se ha interrumpido. En el trimestre en curso y en los venideros se espera un estancamiento del PIB. Desde el verano, las perspectivas no han hecho sino empeorar. La crisis de la deuda soberana en los Estados miembros de la zona del euro se ha generalizado, la sostenibilidad de la deuda en las economías avanzadas no pertenecientes a la UE ha pasado a situarse en el punto de mira de los inversores y la economía mundial ha perdido impulso. Habida cuenta del empeoramiento de las perspectivas de crecimiento y de la creciente incertidumbre, es probable que las empresas aplacen o cancelen sus inversiones.
Los hogares consumirán con prudencia y, en algunos Estados miembros, deberán tratar de reducir en mayor medida su elevado nivel de endeudamiento. Por otro lado, es probable que los bancos restrinjan el crédito, contribuyendo así a limitar las perspectivas de inversión y consumo. El saneamiento presupuestario ha ido cobrando urgencia a medida que la preocupación respecto de la sostenibilidad de la deuda se iba agudizando y extendiendo a países que hasta el momento no se habían visto afectados por el problema. El debilitamiento de la economía real, la fragilidad de las finanzas públicas y la vulnerabilidad del sector financiero parecen estar agravándose recíprocamente, dando lugar a un círculo vicioso. La confianza y el crecimiento sólo podrán recuperarse una vez que se logre romper esa dinámica negativa.
Se espera que, aplicadas de forma combinada, las medidas políticas decididas en los últimos meses resulten efectivas y logren reducir, hacia mediados de 2012, la incertidumbre que generan la deuda soberana y la crisis del mercado financiero, y que de esta forma se vayan activando gradualmente la inversión y el consumo que han quedado aplazados. Se prevé que el crecimiento anual del PIB en 2012 sea del 0,6 % en el conjunto de la UE y del 0,5 % en la zona del euro. En cuanto a 2013, se espera que ese crecimiento sea del 1,5% en la UE en su conjunto y del 1,3% en la zona del euro. Ningún grupo de Estados miembros estará a salvo de la ralentización prevista, aunque persistirán las diferencias en cuanto al nivel de crecimiento.
Un crecimiento insuficiente para mejorar la situación del mercado laboral
En 2012 se prevé la total paralización del crecimiento del empleo. La recuperación del crecimiento del PIB que se esbozará durante el segundo semestre del próximo año será demasiado moderada para provocar algún resultado digno de reseñar por lo que respecta a la evolución del mercado laboral. No parece que el desempleo vaya a disminuir durante el periodo a que se refiere la previsión. Los mercados laborales de los distintos Estados miembros seguirá registrando situaciones muy dispares.
Mejora gradual de las finanzas públicas
El año 2011 ha marcado el paso de la estabilización al saneamiento de las finanzas públicas. Las previsiones de déficit presupuestario para 2011 se sitúan ahora en el 4,7 % del PIB en la UE en su conjunto y en el 4,1 % en la zona del euro. Para 2012, se sitúan en el 3,9 % en la UE en su conjunto y en el 3,4 % en la zona del euro. En estas previsiones no se tienen en cuenta las medidas de saneamiento adicionales proyectadas pero que aún no se han llegado a ejecutar. Esta hipótesis técnica de mantenimiento de las políticas actuales puede tener un mayor peso del habitual en las previsiones. Con arreglo a esta hipótesis, se prevé que en la UE el ratio deuda/PIB agregado alcance una cota máxima del 85 %, aproximadamente, en 2012 y pase a estabilizarse en 2013. En la zona del euro se espera que el ratio deuda/PIB continúe incrementándose ligeramente a lo largo del periodo cubierto por las previsiones, superando el 90 % en 2012.
Reducción de la inflación
Los precios de la energía han sido la causa principal de la inflación en 2011. Dado que se espera una disminución gradual de los mismos, la inflación global debería volver a descender hasta niveles inferiores al 2 % en 2012. La persistente ralentización de la economía seguirá conteniendo las presiones subyacentes sobre los precios, mientras que los salarios sólo registrarán un crecimiento moderado.
Riesgos que ensombrecen aún más las previsiones
Habida cuenta del exiguo crecimiento del PIB previsto con arreglo a la hipótesis de base, existe un riesgo no desdeñable de recesión. Los principales riesgos se derivan de la preocupación que suscitan la deuda soberana, el sector financiero y el comercio mundial. Es posible que se cree una dinámica de interacción negativa en virtud de la cual la ralentización del crecimiento afecte a los deudores de deuda soberana y que la debilidad de estos últimos repercuta, a su vez, en la salud del sector financiero.
En cuanto a los elementos positivos, cabe la posibilidad de que el restablecimiento de la confianza sea más rápido de lo esperado, lo que puede hacer que la recuperación del consumo privado y de la inversión se produzcan antes de lo previsto. El crecimiento mundial podría resultar más resistente de lo esperado en la hipótesis de base y contribuir al apoyo de las exportaciones netas de la UE. Por último, una disminución mayor del precio de las materias primas podría potenciar los ingresos reales y el consumo.
Los riesgos que pesan sobre la inflación parecen globalmente equilibrados.
El informe completo se encuentra disponible en la siguiente dirección:
http://ec.europa.eu/economy_finance/eu/forecasts/2011_autumn_forecast_en.htm
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